IMPULSO/Alejandra Aréchiga
Toluca
- La obra, la cual generó muchas expectativas, obtuvo una muy buena respuesta por parte del público mexiquense.
La ópera Aída, creada por la genialidad de Giussepe Verdi en 1871, atravesó las fronteras del tiempo hasta llegar estos seis, siete y ocho de octubre al Teatro Morelos de Toluca.
Como resultado de este proyecto encabezado por el Ayuntamiento de la capital mexiquense, la Orquesta Filarmónica de Toluca y la Diócesis toluqueña hicieron un gran despliegue de talento artístico que conquistó al público, todo ante un vasto elenco conformado por artistas del Conservatorio Nacional de Música, de la Universidad Autónoma del Estado de México, de la Secretaría de Cultura e incluso de la Guardia Montada, que participó con 13 caballos en la puesta en escena.
La historia de un amor prohibido remontó a los espectadores hasta Menfis y Tebas en tiempos del poder de los faraones del Imperio Nuevo de la dinastía XIX o XX. En la obra de cuatro actos, Aída (Yamel Domort) y Radamés (Rafael Negrete) luchan por su amor en un contexto donde las invasiones, la guerra y la disputa por la victoria no dan cabida a los sentimientos entre un líder egipcio y una esclava de origen etíope.
La obra, que generó muchas expectativas, obtuvo una muy buena respuesta por parte del público mexiquense.