IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
En alguna maleta extraviada en Costa Rica, el América dejó los goles. Pérdida que aburrió Santa Úrsula la noche de este sábado ante Tijuana (0-0), a una semana del Clásico Nacional.
Ese equipo inclemente que arrolló al Saprissa 5-1 en suelo tico por la Concachampions, se convirtió en cenizas. Fueron 11 jugadores azulcremas estrellándose contra el portero xoloitzcuintle, Gibrán Lajud.
Águilas (17 puntos) que llegarán imbatibles en Liga ante las Chivas. Conservaron el liderato y la posibilidad de ver hacia abajo, muy abajo a su máximo enemigo. Pero tampoco el americanismo puede confiarse: sus últimas dos presentaciones ligueras carecieron de luces.
El balón iba y venía. Era un vagabundo extraviado en la cancha del Estadio Azteca. Un primer tiempo despreciable, en la que ninguno de los dos equipos tenía acierto en sus ideas. Tijuana comenzó con su típico repliegue para dejar todas sus aspiraciones de marcar en los contragolpes. Apuesta complicada, porque sólo era un Xoloitzcuintle, Juan Lucero, contra cuatro o cinco americanistas. Su soledad derivó en batallas perdidas una y otra vez.
El América bien pudo estar representado en una estampa. Su portero Agustín Marchesín se enfrascó en una discusión estéril con el silbante Luis Enrique Santander. Momento de mucha emoción, en comparación, con lo que se notaba en la cancha. La pelota paseaba de unos pies a otros con la firme idea de aburrir a todos los presentes en el Coloso de Santa Úrsula. Esa meta estuvo cumplida a cabalidad.
El entretiempo, con unos aficionados vestidos de botargas en un concurso, provocó más sonrisas y aplausos, que los primeros 45 minutos entre Águilas y “Xolos”.
Esa parte inicial del juego bien pudo ser el peor momento del equipo de Miguel Herrera en el torneo. Fue el precio que pagó el “Piojo” de dejar en la banca a Cecilio Domínguez y en la tribuna a Mateus Uribe, ambos sus motores en el Clausuras 2018. Tampoco dispuso de su estrella goleadora de este semestre, Henry Martín, quien fue suplente.
Algo mejoró el juego en el complemento. Al menos, uno de los porteros tuvo que ser figura para evitar el gol en contra. Gibrán Lajud le desvió con un manotazo una “vaselina” al americanista Oribe Peralta. Acción estética por el intento del “Cepillo” y la estirada salvadora del cancerbero de Tijuana al minuto 53.
Águilas entradas en confianza y con la entrada de Domínguez puso contra su campo a los “Xolos”. Otra vez, Lajud salvó su meta, al achicar y detener un disparo a quemarropa del ingresado Martín. A Tijuana el partido le dio mucha flojera. Su desdén al jugarlo otorgó tranquilidad a Marchesín. A los perros norteños les dolía todo cada vez que uno caía en el césped, se quejaban, entraba el carrito de las desgracias y una vez en la banda, se incorporaban mágicamente.
El cuadro de Herrera se cansó de tirar a portería sin éxito y se asfixió en su impotencia hasta el silbatazo final.
América llegará al Clásico Nacional invicto, aunque con dos empates al hilo, y en las alturas de la tabla de posiciones. Quizá anoche, la mente azulcrema ya estaba en Guadalajara y por eso su escasa contundencia.