Julio 16, 2024
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Ambulante no por gusto, sino por necesidad

IMPULSO/Miguel A. García
Toluca

Don Miguel ha dedicado los últimos 20 años de su vida a vender dulces afuera del Plantel Cuauhtémoc de la Universidad Autónoma del Estado de México, hoy, su ingreso está en riesgo luego de que el Gobierno municipal de Toluca determinó desde el Bando Municipal prohibir cualquier forma de comercio ambulante en todo el municipio.

Tiene 70 años y sufre de problemas de presión arterial, por lo que sus paletas y caramelos le han permitido poder ganar el pan de todos los días. No le gusta dar molestias a sus hijos, así que él compra sus medicamentos de hipertenso.

Cuando tenía 50 años, don Miguel comenzó a vender sus dulces frente a la Prepa 3 por necesidad. Pese a que vive en Santa María Totoltepec, todos los días viaja con su mercancía para poder sacar uno pesos y mantenerse.

Fue el siete de marzo pasado cuando, alrededor de las 3:30 de la tarde, un grupo de verificadores llegaron a la jardinera en la que se coloca todos los días para quitarlo, la agresividad con la que lo hicieron se inmortalizó en un video que se viralizó en las redes sociales.

“Llegaron a recoger mi cosas, me jalonearon, por eso metí una demanda, me golpearon, a un chavo lo tiraron a la calle y le patearon la cara, nunca se quisieron identificar, taparon sus gafetes. Ya me revisó el médico porque me lo pide el Ministerio Público, resulté con lesiones”, relata. “Fui también a la Comisión de Derechos Humanos, en estos 20 años que llevo aquí, es la única vez que me ha tocado algo así, nunca había pasado esto”,
Don Miguel,
Vendedor ambulante de dulces.

De estos hechos, derivó la suspensión de los verificadores responsables, esto cuando el Ayuntamiento de Toluca reconoce que, hasta el momento, 15 verificadores han sido separados del cargo por corrupción y agresiones físicas en contra de la ciudadanía, pero de qué vivirá ahora este comerciante de dulces.

A la sombra de un árbol, tiene un pedazo de madera que le sirve de mesa para poner sus dulces a la venta, al menos una decena de estudiantes lo resguardan, temen que la agresión se repita.

Dato
Los propios alumnos de la Preparatoria Nezahualcóyotl de la UAEM lo cuidan para que no lo vuelvan a agredir los inspectores.