IMPULSO/Mtro. Marco A. Rodríguez Blasquez.
Artículo
Es el título del documental de NEXFLIX, que describe el punto de quiebre del régimen de izquierda en Brasil que se mantuvo en el poder durante diez años, de 2002 a 2010 con Lula Da Silva y de 2010 a 2013 con Dilma Rousseff.
Con una narrativa amena y objetiva muestra en distintos periodos las circunstancias que aniquilaron el sueño populista que se inició 33 años antes con la resistencia de la clase trabajadora y la formación del partido político PT, pero fue hasta la elección presidencial de 2002 que se alcanzó el triunfo, mismo que se mantuvo hasta 2012 y es en 2013 que surgen movilizaciones sociales motivadas por un incremento en las tarifas del transporte, mismas que al reproducirse en las redes sociales desata una de las manifestaciones más tumultuosas en la historia de Brasil.
Después de una serie de juicios políticos contra Lula y Dilma y un Presidente interino Michel Temer, triunfa en las elecciones de 2019, un neofascista, homofóbico, racista, el represor Jair Bolsonaro. Ahora este país se encuentra con una Presidenta destituida, un Ex presidente en la cárcel, y un Presidente comprometido con los representantes del poder económico.
Bajo el contexto del documental, resulta ilustrativo reflexionar sobre las causas que originaron el colapso de un régimen de izquierda que en los primeros cuatro años logró ubicar a Brasil entre las economías más grandes del mundo, y tiempo después este país entró en una recesión económica, que fue lo que le abrió el camino al actual régimen de ultraderecha.
- Erradicar el hambre fue el eje rector del gobierno de Lula, impulsando programas sociales como la bolsa familiar, en donde se entregaban 30 dolares al mes por familia, triplicó el ingreso a las universidades de afroamericanos, entregó becas a estudiantes, medidas que generaron altos índices de aprobación de los brasileños hacia el gobierno de Lula.
- El inicio de la caída de ese régimen se da a raíz de la investigación por corrupción conocida como Lava Jato, generándose una desestabilización en el sistema político al verse involucrados altos personajes del gobierno, funcionarios de la principal empresa petrolera PETROGRAS y dueños de empresas contratistas.
- Desde luego que los índices de corrupción en ese país eran o son alarmante, siendo el soborno la práctica más socorrida. En la comparecencia durante el Lava Jato del Presidente del grupo Odebrecht, declaró que destinar fondos para sobornar dejó de ser un delito.
- A fin de deslindarse de la ola de corrupción, Dilma cuya popularidad alcanzaba el 65%, se confronta con uno de los grupos de mayor capacidad económica al reducir las tasa de interés de los bancos, sin embargo la medida resulta contraproducente, iniciándose con esto una desaceleración en la economía, lo que contribuyó a una caída del 30% en la popularidad de la mandataria.
Ante la anterior narrativa, y a manera de hipótesis ¿En países como Brasil y México donde el poder político coexiste con el poder económico, será que al final este último se impone sobre el primero?
En el citado documental, se menciona que Brasil es una República de familias, algunas controlan los medios de comunicación, otras los Bancos, son dueños de las minas, el acero, y cuando ven afectados sus intereses se cansan de la democracia y del estado de derecho. Lo que se observa en el documental es que fue la misma élite del poder económico la que apoyó a Lula, contribuyó en la destitución de Dilma, y finalmente por convenir a sus intereses impulsó a Bolsonaro.
En un artículo anterior comentaba que aun cuando AMLO afirma que el poder económico y el poder político son ejes distintos, la realidad es que conviven, de ahí el apoyo a la 4T de empresarios de la talla de Carlos Slim, de Valentín Díaz Morondo, Presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior y la de Carlos Salazar Presidente del Consejo Coordinador Empresarial organismo que representa el top empresarial del país.
Una lección que deja ese país sudamericano es que los regímenes comunistas, mostraron con la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989, su inviabilidad como modelo en lo económico, político y social; y es a partir de este momento que en gran parte del mundo se impulsan cambios en lo ideológico , lo político y lo económico.
En el caso de México resulta inadmisible que aún cuando el Presidente AMLO se ha desligado de conducirse bajo protocolos de un régimen comunista, distintos personajes de la 4T, se empeñan en hacer ver lo contrario.
Posicionamientos como los de Taibo 2, Fernandez Noroña, Yeidckol Polevnsky, que alaban los regímenes de Venezuela y Cuba, o la de Salmerón que defiende a guerrilleros, o la defensa que sobre el comunismo hizo el Subsecretario de la Secretaria de Educación Pública, Luciano Concheiro, en poco o nada abonan a generar un clima de confianza que atraiga a los inversionistas nacionales y extranjeros, más bien ante la desarticulación en el mensaje comunicacional, evidencian un desconocimiento hacia que ruta ideológica se conducen.
Paralelo a la confrontación de moderados vs. radicales que se da al interior de la 4T, han surgido los primeros brotes de corrupción que de no ser “atajados” por el titular del ejecutivo federal, pondrán en duda su principal apostolado sobre eliminar la corrupción y la impunidad.
Director de BGC Consultoría Política.
