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Ciudad de México
Entre la sobriedad de un antiguo oratorio barroco y la vitalidad de sus murales, la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada alberga desde 1970 uno de los acervos más importantes de México para la investigación histórica.
“Es una de las bibliotecas más ricas por conservar libros y periódicos de siglos atrás, no hay investigación con perspectiva histórica en México que no pase por esta biblioteca”, dijo a Efe Juan Manuel Herrera, el director de esta biblioteca.
La fundación de la biblioteca data de 1928 en la Capilla de la Emperatriz de Palacio Nacional, la sede del Poder Ejecutivo de México, y en 1970 se trasladó a su sede actual en el Antiguo Oratorio de San Felipe Neri, bajo el resguardo de la Secretaría de Hacienda.
Esta biblioteca “conserva la memoria del conocimiento de la historia; invita al estudio, a la revisión cuidadosa y crítica del pasado”, según el libro que conmemora el 80 aniversario de su fundación.
Tras la Revolución Mexicana (1910-1917) los libros custodiados por la entonces Real Hacienda Novohispana se encontraban en condiciones que impedían su consulta, por lo que el secretario de hacienda Luis Montes de Oca vio la oportunidad de organizar un nuevo patrimonio bibliográfico.
Cada día la biblioteca enriquece su acervo y se puede consultar desde el Diario de México de principios del siglo XIX a la edición de los periódicos nacionales que el recinto recibe cada mañana.
Entre el acervo bibliográfico se encuentra la colección económica, histórica y artística que el Banco Nacional de México reunió a lo largo de más de 120 años, así como la biblioteca Nacional Financiera.
En los pasillos de una de las plantas altas se ubican los “Archivos económicos”, una vasta colección hemerográfica que reúne información de prensa de todo el mundo desde 1928.
Según Herrera la biblioteca recibe cerca de 2.000 usuarios al mes, entre ellos investigadores de México, Estados Unidos, de países de América Latina y de Europa quienes encuentran en su acervo una gran base de datos históricos para realizar sus estudios.
El Antiguo Oratorio de San Felipe Neri, en el Centro Histórico de Ciudad de México, fue también el Teatro Arbeu que con su vestíbulo tapaba la entrada de la iglesia, lo que impidió que fuera derrumbada en la desamortización de los bienes del clero en el siglo XIX.
“En el momento que se usó para biblioteca (el edificio) se derrumbó el teatro y surgió la fachada. El abandono y el teatro lo salvaron, es una paradoja”, exclamó Herrera.
El director de la biblioteca añadió que los murales al interior del edificio son una obra monumental de 2.000 metros cuadrados del artista ruso Vlady (Vladímir Kibálchich: 192 -2005) hecha entre 1970 y los primeros años de 1980.
Los coloridos murales que Herrera describe como “la obra principal de Vlady como artista” le otorga a la biblioteca una atmósfera que el visitante considera gratificante cuando ingresa, “un espacio del mundo barroco con la modernidad”, dijo.
Miguel Lerdo de Tejada (1812-1861) fue un político mexicano, magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en su cargo de secretario de Hacienda promulgó las Leyes de Reforma como preámbulo de la Constitución Mexicana de 1857.
Este 2018 la biblioteca conmemora 90 años de guardar los tesoros de la memoria mexicana, de ofrecer a los usuarios los medios para la realización de investigaciones y corroborar que aún con los nuevos buscadores de información, los libros son testigos de la historia.
“En Internet el mayor defecto es que uno encuentra lo que busca pero en las fuentes históricas uno encuentra cosas que no buscaba, que aparecen al paso de la investigación”, puntualizó Herrera. Fuente: EFE