IMPULSO/Miguel Á. García
Toluca
En conferencia de prensa, Petra Montes Torres, vecina inconforme con el tren, rechazó los señalamientos y mantuvo firme su posición de frenar su construcción por el impacto ecológico que está teniendo en el espacio que ellos habitan, con la contaminación de sus manantiales.
Expuso que, hasta el momento, el pueblo está sin agua como muestra del daño que ha hecho la constructora: “El gobierno nos dice que somos mentirosos, pero están contaminando los manantiales”.
Luego de que integrantes de la Central Campesina Cardenista los acusaron del despojo de al menos 32 hectáreas de tierra de la comunidad indígena Tepexoyuca, calificaron los señalamientos como carentes de todo fundamento.
“Es mentira, nosotros somos un pueblo indígena, estamos peleando por nuestro recurso natural, ahorita se ha escaseado tanto el líquido que en muchas de nuestras casas no tenemos agua para lo elemental”, reclamó.
En cuanto a las acusaciones de que el Ejido de San Jerónimo Acazulco fue expropiado en 1930 para la creación del parque La Marquesa, por lo que en términos legales no debería de existir, argumentaron que el decreto de expropiación nunca entró en funciones.