Alma Maldonado, Investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), publicó una petición en la plataforma Change.org con la intención de que se detenga la distribución de los libros de texto gratuitos.
Con corte a las 9:00 horas de este miércoles 2 de agosto, la iniciativa llamada “El futuro de niñas, niños y jóvenes en riesgo: No a los nuevos libros de texto gratuito”, ya cuenta con más de 53 mil firmas, pero tiene como meta conseguir 75 mil.
“Ahora, en lugar de enseñar las disciplinas por separado, se busca trabajar por proyectos, por eso en los libros se eliminan las distintas disciplinas como matemáticas o español o ciencias naturales y se conjunta todo en distintos proyectos”, acusó la también investigadora.
Maldonado explicó que la iniciativa fue diseñada con la ayuda de académicos y científicos como el investigador José Franco y el profesor Raúl Rojas, entre otros, con quienes se identificaron cuatro puntos clave por los que los libros de texto no deberían estar en circulación.
En el Plan de Estudios para la educación preescolar, primaria y secundaria, se estableció que en el 2022 y 2023 se debían realizar pruebas piloto para hacer cambios a los libros de texto gratuitos entregados a la comunidad estudiantil.
El decreto también establece que los cambios se harían en el 2023 únicamente en preescolar, primero de primaria y primero de secundaria, sin embargo, la iniciativa de Change.org afirma que no se realizaron las pruebas ni se conoce el resultado de una sola evaluación.
“Además, todo indica que los nuevos libros serán distribuidos en todos los niveles de primaria y secundaria. Siendo esto ya preocupante, es aún más grave el hecho que la SEP haya reservado los archivos relacionados con la elaboración de los libros por cinco años”, agrega.
La petición “El futuro de niñas, niños y jóvenes en riesgo: No a los nuevos libros de texto gratuito” expone los puntos clave para entender el motivo por el que estos libros no deberían estar en circulación y dice lo siguiente:
Primero, en este nuevo esquema los niños no tienen libros para español, matemáticas, ciencias naturales, geografía, biología, salud, historia universal y de México. No aprenderán el razonamiento lógico de las matemáticas, no profundizarán sus conocimientos del español, ni tendrán libros de lecturas. Supuestamente, los niños ahora aprenderán haciendo proyectos que los maestros escogerán de los nuevos libros.
Segundo, la pérdida educativa es especialmente crítica en la secundaria. Antes, para cada materia los maestros podían escoger de entre diez a 16 títulos de libros aprobados por la SEP y suministrados por editoriales de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM). Ahora desaparecen todos esos libros y reducen la secundaria a un esquema similar a la primaria, sin libros de materias y sólo con dos libros de referencia y de cápsulas educativas sin ningún orden ni secuencia.
Tercero, por si todo esto fuera poco, los nuevos libros que hemos podido revisar están plagados de errores. Es evidente que sus autores se niegan a presentarlos oficialmente para evitar que sean evaluados por expertos, ya que desean imponerlos en este nuevo año escolar. A pesar de eso, existen versiones electrónicas e impresas que se han filtrado a los medios y permiten ver sus grandes deficiencias.
Cuarto, la desaparición de los libros de las materias que han sido parte esencial de la experiencia educativa en primaria y secundaria va a impedir que la niñez pueda aprender de manera sistemática. Con ellos podían reafirmar en el aula y en casa lo aprendido. Un año perdido en aprendizaje, aunado a los problemas que derivaron del cierre de las escuelas en la pandemia va a tener efectos cognitivos quizás irreversibles.