Abrirán las puertas a la Colección fotográfica del MAM

IMPULSO/ Edición Web
Ciudad de México
El origen del acervo fotográfico del Museo de Arte Moderno se remonta a 1973, con obras de Edward Weston, Tina Modotti y Henri Cartier-Bresson.
Más de 60 obras que generan analogías entre piezas de diferentes épocas y autores de prácticas diversas integran la exposición “Inasible. Colección fotográfica MAM”, que el sábado 19 de mayo abre sus puertas en el Museo de Arte Moderno (MAM), en esta capital.
La muestra, que ofrece un panorama del quehacer fotográfico en México en torno a los usos de la imagen, permite apreciar un conjunto selecto de la colección de fotografía del recinto, bajo un ángulo contemplativo y existencial.
Curada por Iñaki Herranz, la exhibición resalta analogías entre obras de diferentes épocas y autores de prácticas diversas, que se hilvanan alrededor de nuestra condición mortal y lo efímero de la existencia.
De acuerdo con el curador, la muestra está inspirada en la relectura que se hizo del acervo del MAM hace dos años y que derivó en la exposición “Vanidad”, que incluyó pintura, dibujo y foto.
“Y bueno pensé que era un tema que tenía mucho potencial para seguir trabajando de manera particular en la foto, porque la foto tiene la contradicción que supuestamente es algo que permite congelar el tiempo y detener aquello ineludible que es el paso del tiempo”, explicó.
El recorrido se articula según géneros o tópicos de la disciplina, en ocasiones contraponiéndolos o mezclándolos y también otorgando una nueva categoría a imágenes como paisaje bucólico, fotografía de guerra, naturaleza muerta, sublimación del objeto, vanidad, fotografía puesta en escena, ensueño, fotoensayo y erotismo, mientras se entremezclan vanguardias, prácticas contemporáneas, impresiones de la modernidad o testimonios decimonónicos.
“La muestra podrá ser un recorrido quizá por la historia de la foto, pero que no fuera el recorrido antológico por autores, ni el cronológico y ni por géneros, de tal manera que encontraremos muros que combinan foto de paisaje muy bucólica con fotoperiodismo o bien, desnudos leídos desde otra perspectiva, muy tétrica.
“También recurrimos el tema de la tragedia, de la juventud, una búsqueda religiosa o cierta poetización de los cotidiano, al final, lo que se busca es celebrar la vida misma a través de recordar el paso ineludible del tiempo”, señaló.
La exhibición está integrada por 64 obras de la colección permanente del MAM, de 33 autores, muchas de ellas icónicas, pertenecientes a decenas de artistas mexicanos o residentes en el país como Tufik Yazbek, Pablo López Luz, Francisco Mata, Rodrigo Moya, Adolfo Patiño, Lourdes Grobet y Nacho López.
De igual forma, por Eniac Martínez, Mónica Castillo, Sebastián Romo, Juan Crisóstomo Méndez, Enrique Metinides, Edward Weston, Manuel Álvarez Bravo, Héctor García y Antonio Caballero, entre otros.
Varias son del siglo XIX y de anónimos, muchas también son foto de las vanguardias, fotorreportajes, contemporánea, registro de arte conceptual. Se incluye la obra de Graciela Iturbide, Gabriel Orozco, Armando Salas Portugal, Marco Antonio Cruz, Lola Álvarez Bravo, Eugenia Rendón de Olazábal, Henri Cartier-Bresson y los hermanos Mayo.
El origen del acervo fotográfico del museo se remonta a 1973 cuando se adquirieron 400 obras de Manuel Álvarez Bravo. Son el acervo más importante de su obra reunido en un museo del INBA.
Ese conjunto abarca cerca de cinco décadas de producción, desde 1925 hasta 1972. De modo paralelo a dicha adquisición, Manuel Álvarez Bravo donó un valioso fondo de fotografías que él mismo coleccionó, daguerrotipos, ambrotipos, ferrotipos y talbotipos, álbumes de fotografía antigua y una cámara de Daguerre, imágenes de Edward Weston, Tina Modotti y Henri Cartier-Bresson. MVS