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La comunidad de Tenexatlajco, ubicada en la región centro del Estado de Guerrero, está asentada sobre lo que fuera hace 93 millones de años un lecho marino del periodo Cretácico.
Este lugar del municipio de Chilapa de Álvarez es hoy uno de los yacimientos paleontológicos más importantes del país, cuya riqueza se exhibe en el recién inaugurado Museo Comunitario de Tenexatlajco, abierto por iniciativa de sus pobladores con ayuda de las autoridades municipales y del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El arqueólogo Jorge Alberto Hernández, del Centro INAH Guerrero, quien formó parte del equipo curatorial, refirió que “este espacio, que reúne 93 piezas, sirve como un espejo en el que se refleja la propia comunidad y reflexiona sobre la importancia de preservar su patrimonio paleontológico, el cual había sido saqueado por décadas”.
Agregó que el museo también ha ayudado a los habitantes a recuperar sus danzas, a valorar sus tradiciones, incluso a evitar que se pierda su lengua náhuatl, la cual ya sólo hablan los adultos.
La comunidad, de apenas mil habitantes, “se siente orgullosa de mostrar a las poblaciones vecinas su legado, ya que Tenexatlajco se encuentra en un punto de paso entre Tixtla y Chilapa y desde la carretera se distingue el museo”.
El arqueólogo Hernández señaló que el nuevo espacio museístico fue posible tras la labor de convencimiento y recolección de piezas paleontológicas hecha por el director de la telesecundaria, Óscar Salmerón, quien dijo: “Cuando visitamos el lugar, nos dimos cuenta de que estaban viviendo entre fósiles y que era necesario crear un museo”.
Al referirse al guión museográfico, el antropólogo Gerardo Sámano señaló que, a pesar de contar con un espacio pequeño, está organizado en cuatro secciones: paleontológica, arqueológica, histórica y etnográfica.
En la primera sección, se observan fósiles de animales acuáticos como corales, erizos, estrellas de mar, bivalvos (almejas) y amonites (especie de pulpo con caparazón) del periodo Cretácico, que están acompañados de una pintura mural en la que se recrea el hábitat de esas especies prehistóricas.
En el apartado de arqueología, se aprecian algunos sellos y malacates de finales del periodo Posclásico Tardío (1200 al 1521 d.C.). A decir del antropólogo Sámano, hubo probablemente una aldea que se fue poblando con migraciones de cohuixcas y nahuas.
En la parte histórica se da cuenta de la comunidad de Tenexatlajco, la cual fue un pueblo tributario de la actual Chilapa, que se dedicaba a la agricultura, de la cual subsiste hasta el día de hoy, así como del trabajo de la palma.
Finalmente, en la sección etnográfica, se ven algunas piezas de palma como bolsas, capas de lluvia, sopladores y otros objetos de la vida cotidiana, imágenes fotográficas de sus danzas tradicionales y rituales de lluvia que se realizan el Día de la Santa Cruz y durante la veneración a San Lucas, su santo patrono. Fuente: Agencia SUN