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A la institucionalidad del PRI se le olvidó la esencia revolucionaria: AMV

IMPULSO/ Julio César Zúñiga

Metepec

Todo lo que vamos a hacer este año será para el PRI, por el PRI y dentro del PRI, afirmó la presidenta del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, Alejandra del Moral Vela, quien no obstante reconoció que no hay nada más difícil que romper inercias y resistencias, y más en un partido como el suyo. “No está fácil pero imposible tampoco, porque en eso radica, precisamente, la grandeza del Revolucionario Institucional”, apuntó.

En este sentido, señaló que lo que el PRI necesita, de cara a las elecciones intermedias, son dos momentos: “el momento 2019 que significa ser mucho más revolucionarios que institucionales”, reconociendo que: “a veces nos gano la institucionalidad y se nos olvidó la esencia revolucionaria”; por lo que en adelante: “tenemos que enfocarnos en definir qué le ofrece el PRI a la ciudadanía”.

Del Moral Vela abundó que 2019 es un año de mucho trabajo interno del propio partido; restando importancia a las versiones de un supuesto bajo perfil del PRI, de su presidenta y de la nueva dirigencia, pues en la agenda actual lo más importante es la militancia y su adoctrinamiento en las nuevas formas, no buscar los reflectores de afuera.

“El proceso que enfrenta hoy el PRI no va a ser un proceso fácil porque hemos experimentado el mayor descalabro del partido en 2018, y si hoy no entendemos lo que nos quiere decir la militancia, de abrir y democratizar el partido, de hacer las consultas a la base, de que verdaderamente tengamos nuevos cuadros y ya no las cuotas tradicionales que se manejaban, no vamos a llegar a ningún buen puerto”, advirtió.

En un encuentro con la prensa acreditada, subrayó que el PRI tiene hoy una gran posibilidad de reinventarse, de reestructurarse y de renovarse; aunque admitió que la renovación no es de caras, sino también de actitudes, para que sea un partido más ligero, mucho más auténtico y sin tanta forma.

“El PRI pierde cuando compite contra el propio PRI y es lo que pasó en la última elección en muchos municipios, entonces ahí es donde empieza el gran reto para poder reinventarnos, poder reestructurarnos; y cuando hablamos de las convicciones bien cimentadas, es porque la política es de ética, y eso es lo que vamos encontrando, a mucha gente dispuesta a seguir trabajando por su partido por convicción”, recalcó.

En consecuencia, añadió que lo que sigue es trabajar en el padrón de los 978 mil militantes en el PRI del estado de México, acreditados ante el INE, implementando una estrategia de credencialización para la depuración del mismo y, así, poder hacer la revisión de quiénes sí son y quiénes no, “porque teníamos las famosas cuotas por grupos, por expresiones y hoy, muchas de esas expresiones deciden salir cuando está el partido en crisis; por fortuna dejan lugar a muchos que quieren esas oportunidades y esos espacios, entonces, para nosotros si es una gran oportunidad”, destacó.

Al respecto, aseveró que en los trabajos de renovación del partido estarán insistiendo en que se acaben las cuotas, y aunque aclaró que esto no se puede hacer de la noche a la mañana, es importante empezar a abrir los espacios para quien verdaderamente trabaja, tiene una visión de lo que es el servicio público, y acredite porqué quiere seguir trabajando por su comunidad, por su municipio y por el estado.

“Aquí en el estado vamos a empezar con consulta a la base desde la renovación de comités seccionales, luego con las planillas de los consejos políticos municipales, después los comités municipales,  y en octubre o noviembre vendrán los tiempos de la renovación estatutaria del Comité Directivo Estatal, es decir, hay que prenderle fuego a un incendio controlado para poder volver a sembrar” dijo, parafraseando al ex gobernador Ignacio Pichardo Pagaza.

La lideresa priísta reconoció que lo de 2018 fue una tormenta prefecta, porque se alejaron de la base, de la ciudadanía y no escucharon lo que querían decir; además de que se tomaron malas decisiones; sin embargo, resaltó que el PRI no vive una crisis, sino que se vive una crisis de la socialdemocracia en el mundo.

“ Hoy gana un Bolsonaro, gana un Trump, gana un López Obrador, que son totalmente radicales tanto de izquierda como de derecha, lo que quiere decir que no es sólo una crisis del PRI. El gran reto es ver cómo le haces para reinventarte con tus principios e ideales, y ajustarte a la realidad mundial que se está viviendo, porque repito, no está en riesgo el PRI, está en riesgo la democracia en todo el mundo y es lo  que tenemos que enfrentar”.

Y en cuanto a su calidad de partido de oposición, concluyó: “El PRI no va a ser una oposición necia, sistemática o irreverente, porque eso no ayuda a nadie, sino de reconciliación por el bien de todos, porque en este momento el país no está para convulsiones ni para cacería de brujas, sino para ver cómo construimos”.