Diciembre 26, 2024
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De adicto a adicto

IMPULSO/ Ernesto Salayandia García
Lujuria desbordada
La droga te obliga a ser mediocre, ladrón
Abandoné mi pastilla diaria que me había mantenido sobrio por tres años y recaí por pretextos, comencé a buscar el placer, la adrenalina en el coqueteo, en el enamoramiento, y estas mujeres me llevaron tarde que temprano a los mismos lugares donde consumía, a necesitar mentir de nuevo para mantener de nuevo una vida falsa, siempre acompañado de masturbación y de fantasías sexuales.
Mi recaída la atribuyo a mi aspecto sexual, no sabía que traía un problema sexual, me imaginaba, pero no lograba detectarlo y así, entre droga y sexo, llegué a hacerme adicto a las prostitutas, a mujeres que me daban sexo, así andaba de cama en cama, de mujer en mujer, acompañado de la marihuana y, eventualmente, cocaína y tachas, pero en esa época seguí robando.
Para mantener mi adicción, se me dio por vender droga, andar de malandro, dañando gente, mis padres seguían soportándome y siempre estábamos peleando, yo, mientras tanto, causando el desequilibrio familiar, me abandoné a mí mismo, no tenía valores, ni congruencia, ni respeto por nada ni nadie, llegué a navajear a dos o tres, me relacionaba con hijos de narcos, con gente que vendía droga, pandilleros jóvenes igual que yo, sin oficio, sin personalidad, sin presente, ni futuro.
La droga trastornó mi cerebro, la marihuana lesionó mi memoria, la atención a las cosas, es decir, soy demasiado distraído, me volví hipersensible, neurótico explosivo, mientras andas marihuano, a toda madre, pero cuando no está el efecto, andas como león enjaulado.
Desorden sexual
Tuve juegos sexuales con primos y primas, con un vecino homosexual, nunca hice daño, pero sí intenté violar a un hermano, mi sexualidad se destapa con la pornografía, la sensación de lo prohibido, las imágenes de ver lo que yo quería y no poder tenerlo, yo quería tener un cuerpo grande, pero no podía y solamente en la fantasía lo lograba.
No aceptaba mi cuerpo, ni mi pene, me hago adicto a la pornografía y a la masturbación, comienzo a buscar sexo en amigas o novias, no siempre me complacen, tengo la habilidad de seducirlas, soy chantajista, manipulador y normalmente me salgo con la mía, mi sexo es enfermizo debido a buscar sexo anal, posiciones, aberraciones, fantasías raras, orgías, tríos, grabación de videos, me levantaba el ego para presumir de mi supuesta potencia sexual.
Muchas mujeres responden a todas estas actividades e inclinaciones sexuales, no batallaba para organizar los tríos o las orgías, los tríos normalmente éramos dos hombres y una mujer, no tuve sexo con hombres, no me gusta, me hice adicto a esta compulsión de la seducción, al enamoramiento, al coqueteo, que genera adrenalina, despierta mi mente el placer de poseer, eleva el ego, pero me enfermo y enfermo a mi pareja, me causa culpa, sentimiento de soledad, vacío interior.
Nada es para siempre, hay solución
Porque es una enfermedad, porque son trastornos, baja autoestima, sentimientos de inferioridad, egos, mente enferma, es una enfermedad contagiosa, la gente se enferma, es progresivo, crece día con día, lo que no has hecho lo vas a venir haciendo en busca de mayor satisfacción.
No es curable, sólo se puede controlar en un grupo de autoayuda, con terapia, con la ayuda de un poder superior, es un conjunto, con terapia y medicamentos, es una enfermedad compleja, es cruel porque te puede llevar muy hondo, quieres acostarte con la que se deje y la desventaja para un enfermo de sexo, es que hay infinidad de tentaciones.
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: Para mantener mi adicción, se me dio por vender droga, andar de malandro, dañando gente, mis padres seguían soportándome y siempre estábamos peleando.

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