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Ciudad de México
Todas las víctimas, hasta ahora 19 (15 niñas y 4 niños), eran menores de 18 años y todos habían llegado al Hogar Seguro Virgen de la Asunción luego de sufrir violencia doméstica o haber vivido en las calles. El fuego, cuyas causas investigan las autoridades, arrasó con el lugar, que el día anterior había sido escenario de una protesta. Los niños denunciaban mala alimentación y abusos físicos por parte de las autoridades. “El comando de incidentes nos ha informado que se han contabilizado ya 19 personas fallecidas” en ese centro, indicó a periodistas el vocero de los Bomberos Voluntarios, Mario Cruz.
El centro a cargo de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia, ubicado en la aldea Platanitos, San José Pinula, unos 15 km al este de la capital, ha estado inmerso en escándalos por denuncias de abusos físicos y sexuales contra los internos y por varias fugas. La más grave la del año pasado cuando al menos 47 jóvenes se fugaron, lo que llevó a la Secretaría de la Presidencia encargada de la guardia y custodia, a destituir en su momento al director.
Las autoridades investigan desde entonces los hechos y una jueza decretó el cierre paulatino del centro, motivo que llevó a dos magistradas de la Corte Suprema de Justicia, entre ellas la expresidenta del organismo Silvia Patricia Valdés, a presentarse en el lugar para verificar la situación.
El defensor de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) Abde Paredes explicó a los periodistas en los alrededores del Hogar Virgen de la Asunción, ubicado en el municipio capitalino de San José Pinula, que según las primeras pesquisas el fuego fue originado por ellas mismas en unos colchones.
Un centenar de personas se concentran en las inmediaciones exigieron a las autoridades las identidades de las fallecidas y los heridos, pues hasta el momento no han recibido información.
Con los ojos llorosos y cabizbajos padres, madres y hermanos de algunos de los recluidos exigen saber la verdad. El padre de Pablo, un niño de 14 años, contó a Efe que su vástago está en el centro pero desconoce su estado.
Sin embargo, no duda en denunciar que, al igual que muchos otros que están dentro, es víctima de abusos: “Eso es trata de personas. Es una porquería. Tiene golpes cuando lo vengo a ver y si le pregunto quien se los hizo se molesta”, asegura este hombre, que prefiere no dar a conocer su nombre, acompañado de otro de sus hijos.
Un grupo de mujeres comentó en grupo los testimonios de los pequeños sobre que son “golpeados y violados”. “No son criminales, ni animales. Son niños, son personas, son adolescentes”, gritó una de ellas.
Otra añade que “la comida es más mierda. Todo es un desastre. Aquí los tratan peor que uno. Si mi hijo era un rebelde ahora con cholos (pandilleros) peor. Aquí no los cuidan nada”.
Supuestamente las menores heridas y fallecidas intentaban protestar por los abusos sexuales y físicos que sufren en el hogar, concretamente este miércoles, cuando se celebra el Día Internacional de la Mujer.
Aunque las trabajadoras del sector de mujeres intentaron apagar las llamas con varios extintores, el fuego se propagó rápidamente.
El trabajador de la Procuraduría dijo a la prensa que fiscales del Ministerio Público están ahora investigando los hechos y que también se espera a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronuncie por unas medidas cautelares solicitadas en noviembre del año pasado por la institución en este caso.
Decenas de policías, bomberos, miembros de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y la Cruz Roja, entre otros, se encuentran en el lugar, al que se prohibió el acceso a la prensa. (El Espectador)