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México
Por siglos, la reputación del mexicano se ha caracterizado por connotaciones negativas en su entorno familiar, cultural y social ante las miradas en el extranjero, afectando directamente nuestra figura en el mercado laboral a nivel nacional e internacional. ¿Pero qué tan reales son estas críticas? ¿Realmente el mexicano es como lo pintan? ¿Es representativa la figura del mexicano con sombrero y sarape durmiendo apoyado en un cactus y que aparece en muchos de los souvenirs que se venden a los turistas?
Arien, de origen holandés, es dueño de una empresa que se dedica a la compra-venta y distribución de trapo en México y se ha posicionado en más de siete estados. Y asegura que el trabajar con mexicanos ha sido todo un reto:
“De mi plantilla laboral, sólo el 2% es de origen extranjero, todos los demás son mexicanos, desde puestos gerenciales hasta los obreros de la fábrica, y trabajar con ellos ha significado un cambio en mi perspectiva de ver el entorno laboral.
“Muchos de ellos, porque no son todos, aunque sí una gran mayoría, son personas sin altas perspectivas de vida, son muy buenos trabajadores, pero no son de aquellos que dan el 110%, ellos se conforman con el 100%, son muy impuntuales, y en algunos casos desobligados e irresponsables con sus obligaciones, ellos creen que el “ahorita” es mañana”, señala este empresario holandés instalado en México.
Pero también hay cosas que los hacen muy buenos trabajadores, agrega, como su fidelidad, su nobleza, su humildad, su ingenio, su creatividad y su entendimiento de que todo se gana por un gran esfuerzo.
No todo es blanco o negro, pues tanto existen atributos positivos como negativos que nos caracterizan, lo que también es cierto es que en la psicología del mexicano existen algunas características que podríamos cambiar para mejorar la percepción ante nosotros mismos y ante el exterior.
Al respecto, Alejandra Apiquián, coordinadora Académica en Psicología Organizacional de la Universidad Anáhuac, nos menciona algunas características que predominan en la psicología del trabajador mexicano que hay que tomar en cuenta:
1. Dependencia
“Siempre esperamos a que nos den órdenes y líneas muy precisas para actuar. Por desgracia el mexicano prefiere que le digan qué hacer en lugar de asumir riesgos”, asegura Apiquián.
Este comportamiento se basa en el temor o inseguridad a equivocarnos, debido a las fuertes represiones que esto puede involucrar. “Somos una sociedad castigadora”, lo que frena la creatividad, la capacidad de innovar y asumir riesgos.
Pero esta actitud no sólo es del trabajador hacia el jefe, los superiores también necesitan tener la sensación de que ellos dependen de él: “Las nuevas generaciones son más emprendedoras e innovadoras, sin embargo, cuando los jefes ven que alguien se quiere ir ‘por la libre’, siempre existe la el cuello de botella”.
2. Respeto al orden jerárquico
El mexicano es muy respetuoso ante la estructura organizacional, tiende a pensar que los puestos superiores deben tener las ideas, deben ser los que guían y que son los que saben hacer las cosas; esto no sólo afecta su propia creatividad, sino que también baja la productividad de su entorno laboral.
3. Individualismo
“No estamos acostumbrados a trabajar en equipo, puede ser que ayudemos al otro, pero no estamos acostumbrados a colaborar en conjunto. Nos gusta hacer nuestro propio trabajo y ser evaluados por nuestros propios logros”. ¿Te suena familiar?
De acuerdo con los expertos, esta cultura proviene desde las familias, donde a los niños se les enseña que el prójimo es el enemigo de su propio crecimiento y donde no hay apoyo de otros.
De acuerdo con una encuesta realizada por AltoNivel.com.mx, seis de cada diez profesionistas prefieren trabajar solos que en equipo.
4. Mala comunicación
Los mexicanos creemos que si no lo hablamos, no pasa. ¿Sabías que el 60% de los problemas en las empresas es por falta de una comunicación adecuada? Y esto no sólo involucra a los trabajadores, la mayoría de los problemas de comunicación son debido a los jefes y directivos. La comunicación es esencial para que las empresas funcionen, si no existe, se crean problemas para lograr objetivos, para asignar tareas específicas, se anula la posibilidad de haber retroalimentación y los problemas se convierten en asunto de los “otros”.
5. La percepción del tiempo
Esto está más que dicho, el mexicano se caracteriza por su impuntualidad y por la despreocupación ante las exigencias inmediatas. Si la situación requiere la palabra “ahorita”, la respuesta y reacción suelen darse “al rato”.
“El mexicano tiene miedo a comprometerse, no le gustan las responsabilidades y, por ello, somos incapaces de cumplir”, asegura la experta en psicología organizacional.
De acuerdo con una encuesta realizada por OCCMundial, el 38% de los trabajadores asegura haber llegado tarde a su trabajo, por lo menos una vez.
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6. Falta de perspectivas profesionales
Esto es una realidad, la mayoría de los profesionistas no tienen visión a futuro o un plan de carrera definido, lo que boicotea el crecimiento personal que se ver reflejado en inconformidades laborales.
Una encuesta realizada por el portal Trabajando.com aseguró que el 74% de los empleados está inconforme con su empleo actual, colocando entre las principales razones el estancamiento de carrera y la falta de desarrollo profesional.
Si bien estos factores se dan en conjunto con los problemas organizacionales, los expertos aseguran que una visión integral a futuro puede reducir estos porcentajes de manera significativa.
Cómo afecta este comportamiento a nuestra vida profesional
De acuerdo con la experta, estos comportamientos pueden perjudicar de manera drástica el comportamiento laboral de los profesionistas: “estos comportamientos frenan el futuro profesional, paran nuestras ideas creativas y rompe con el espíritu emprendedor de nuestros colaboradores”.
Estos problemas pueden reflejase en falta de creatividad, innovación, baja participación en proyectos, objetivos inalcanzables y un mal desempeño en equipo.
Pero estas limitaciones se convierten en enemigos de nosotros mismos, pues al momento de no reconocer nuestras propias debilidades, nos volvemos incapaces de hacer algo para cambiarlo. Para ello, la experta nos recomienda lo siguiente:
a. Reconoce tus debilidades
Puede parecer sentido común, sin embargo, ¿cuántos han pensado en sus debilidades como un problema a tratar y realmente han hecho algo para resolverlo? La realidad es que no más del 20%.
Es así que la Apiquián recomienda realizar un autoanálisis de todas aquellas costumbres o hábitos que pueden estar frenando tu crecimiento profesional. Haz una lista, analízala y pon una solución inmediata.
b. Para hacerlo… ¡hay que creértelo!
La baja autoestima también es uno de los más grandes problemas de los profesionistas mexicanos, y para tener éxito, se necesita creérnosla. Confía en que eres un profesionista capaz y con las habilidades necesarias para lograr lo que te propongas.
Otro consejo que te ayudará a hacerlo es capacitarte y desarrollarte en tu carrera, toma cursos, diplomados y maestrías que puedan ayudarte a sentirte más cómodo con tu papel como profesionista.
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c. Toma decisiones, no sólo planees
¿Cuántas veces has platicado tus planes? Ahora, ¿cuántas de esas los has hecho? Deja de convertirte en un hablador para ser un hacedor, asegura la experta. Tomar riesgos es parte de los profesionistas que creen en sus capacidades, que apuestas por su crecimiento profesional y tienen 80% más posibilidades de alcanzar el éxito que aquellos que no se atreven.
d. Haz un plan de carrera
Existen tres visiones: corto, mediano y largo plazo. Un profesionista con perspectivas de éxito tiene estás tres visiones cubierta. Los expertos recomiendan hacer un plan de vida y carrera anual, donde involucres tus expectativas y ambiciones personales y profesionales, esto te ayudará a encontrar más fácilmente el camino hacia tus objetivos. ALTO NIVEL