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Toluca
James O’Neill, jefe de la Policía de Nueva York, recordó a sus agentes que no deben cooperar con órdenes del Departamento de Seguridad Nacional, en momentos en que esa agencia busca acelerar la deportación de indocumentados.
O’Neill indicó en un memorando interno, que hoy reseña la prensa, que es importante que quienes se acerquen a un policía puedan pedir ayuda “sin dudas, ansiedad o miedo”.
“La Policía de Nueva York no realiza tareas civiles de inmigración. Específicamente, no hace cumplir las órdenes administrativas de los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas o jueces federales de inmigración cuando sólo están basadas en violaciones civiles de inmigración“, indica el memorando.
O’Neill deja claro en el documento que la Policía sí continuará cooperando con Inmigración si la persona representa un riesgo para la seguridad pública.
Nueva York es una ciudad santuario y el alcalde Bill de Blasio ha reiterado que continuará con sus puertas abiertas para la comunidad inmigrante, a la que apoya con asistencia legal ante las nuevas políticas migratorias del gobierno de Donald Trump.
O’Neill recuerda, además, a los miembros de su departamento que la Policía acepta el carné municipal, que comenzó a emitirse bajo la administración de De Blasio, para asuntos como expedir multas.
Luego de que un tribunal de apelaciones en California detuviera la orden ejecutiva de Trump que prohibía la entrada a emigrantes de siete países de mayoría musulmana, el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, firmó esta semana dos memorandos para acelerar el proceso de expulsión de indocumentados en el país y contratar a 15.000 agentes de inmigración.
La nueva orden ejecutiva anuncia que se perseguirá a cualquier inmigrante que haya cometido un delito menor, como conducir un vehículo sin licencia, o que haya “abusado” de beneficios públicos o los que, “a juicio de un agente de inmigración, puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y nacional”.
Con información de ABC