IMPULSO/ Alberto Aziz Nassif
Con una perseverancia a prueba de todo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), vuelve a ser el puntero rumbo a la sucesión presidencial de 2018. Se dice que falta mucho tiempo, que siempre comete errores que le impiden ganar, que no llegará. Al personaje se le califica como un populista, un autoritario que representa una opción atrasada de izquierda. En esto de las opiniones sobre un posible candidato todos tienen su punto de vista, desde el taxista hasta el académico, y todas pueden ser válidas, no se trata de descalificar a nadie. La pregunta es: ¿por qué AMLO vuelve a ser el puntero, como lo fue en 2006?
Si recordamos lo que pasó en 2006, cuando perdió la presidencia por medio punto en un proceso muy polémico, parece que ha pasado mucho tiempo. En el 2012, AMLO llegó a estar muy cerca del puntero, Peña Nieto, pero no pudo alcanzarlo. Mucho ha cambiado el país en los últimos dos sexenios y López Obrador sigue en la batalla como una constante de todos estos años. Cambios hay, tenemos un país mucho más violento, con una desigualdad y una pobreza estancadas, con un modelo de privatizaciones y una gran precariedad laboral. Un país inundado de corrupción e impunidad. Nada nuevo.
Sin embargo, sí hay novedades y cambios importantes que explican porque AMLO es de nuevo el puntero. Hay dos factores que posicionan a AMLO: por una parte, la crisis interna que ha llevado al país a una descomposición enorme; el gobierno cada día está más reprobado; el proyecto de reformas no ha funcionado y hay una incapacidad de los liderazgos para salir del callejón.
Por otra parte, la crisis externa que ha generado la llegada de Trump y su obsesión para convertir a México en su enemigo, toca al menos tres áreas estratégicas para el país, el modelo económico en donde parece que nos acercamos al final del TLCAN o su renegociación (estrategia exportadora, mano de obra barata, inserción subordinada a la globalización); el regreso masivo de inmigrantes y un muro como un mensaje de hostil de enemistad. Frente a ello el actual gobierno ha sido incapaz de presentar una respuesta firme, coherente y efectiva.
¿Por qué AMLO se fortalece con este contexto? En la parte interna, el discurso en contra de la corrupción ha sido una constante de su proyecto. Se ha colocado como la oposición al modelo actual, tanto frente al PRI como al PAN, por eso su posición es una alternativa. El actual partido gobernante se ha desmoronado de la mano del gobierno de Peña Nieto; y al panismo —después de haber estado 12 años en Los Pinos— le resulta difícil colocarse como opción, porque es el autor de la guerra contra el narcotráfico que nos llevó a la violencia, es corresponsable del fracaso de las reformas, sobre todo la energética, y en materia de combate a la corrupción ha dejado de ser una opción creíble.
En la parte externa, AMLO se ubica como un proyecto alternativo frente al trumpismo; puede ser un impulsor para apuntalar el mercado interno, tener política industrial, reactivar Pemex, hacer un gobierno austero, combatir la corrupción y mejorar la distribución del ingreso.
Hasta el momento, en varias encuestas de opinión (Reforma, Mitofsky, El Financiero, Parametría, CESOP), con todas las limitaciones de esos instrumentos, se registra un repunte de AMLO desde el año pasado, pero en 2017 se ha incrementado.
@AzizNassif