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Putin pone a prueba a Trump

IMPULSO/ Edición Web
Estados Unidos
Rusia desarrolló un misil que viola un acuerdo de armas con Estados Unidos, pero hasta ahora el gobierno de Trump no se ha pronunciado el respecto.
Rusia desplegó en secreto un misil de crucero, pese a que “viola” un tratado de control de armas con Estados Unidos que data de 1987.
Moscú recibió una primera advertencia de parte de Estados Unidos en 2014, pues el gobierno de Barack Obama consideró en aquel momento que se trataba de una violación al acuerdo, publicó este martes The New York Times.
Sin embargo, el gobierno de Vladimir Putin ha proseguido con el desarrollo del misil, que ahora está operativo, indica la publicación. El gobierno de Donald Trump no ha hecho ninguna declaración al respecto.
Rusia tiene ahora dos batallones de tropas para gestionar el arma. Uno de ellos sigue en pruebas, pero otro se trasladó en diciembre pasado a una base operativa, señala el diario estadounidense.
Rusia, en el centro de la política estadounidense
Rusia se instaló desde el año pasado en el centro del debate político estadounidense, su influencia en la elección presidencial es investigado y sus vínculos Michael Flynn han provocado el primer escándalo de la administración de Donald Trump, en el que se mezclan espionaje y geopolítica.

Lo que comenzó por la difusión de mensajes pirateados de altos dirigentes del Partido Demócrata en julio de 2016 se transformó con el paso de los meses en un asunto de Estado, con la renuncia del asesor en seguridad nacional de Trump, Michael Flynn, y una pregunta: ¿llegaron el 45° presidente de Estados Unidos o su entorno a un pacto táctico con Vladimir Putin durante la campaña electoral a cambio de una rehabilitación internacional de Moscú?

Michael Flynn, exdirector de inteligencia militar, descartado por Obama y luego reclutado por Trump, está acusado de haber aludido en diciembre al levantamiento de las sanciones contra Rusia, por la anexión de Crimea, en una conversación telefónica con el embajador ruso en Washington, Serguei Kislyak. También habría intentado sabotear el impacto de las nuevas sanciones aprobadas por Barack Obama en represalia por las operaciones de pirateo informático y de desinformación atribuidas a Moscú durante las elecciones.
Peor, a ojos de los republicanos, Michael Flynn le habría mentido al vicepresidente Mike Pence sobre el contenido de esas conversaciones con el embajador.

Es el segundo personaje del entorno de Trump que mantenía vínculos sospechosos con Rusia. En agosto de 2016 el millonario neoyorquino debió agradecer los servicios prestados a su director de campaña, Paul Manafort, sospechoso de haber recibido millones de dólares del expresidente ucraniano prorruso Viktor Ianukovich.

En octubre, el día de la publicación por WikiLeaks de la correspondencia robada al jefe del equipo de campaña de la candidata demócrata, John Podesta, el gobierno de Barack Obama apuntó sus críticas aRusia. En diciembre los servicios de inteligencia estadounidense acusaron públicamente a Putin de haber querido que Clinton fuera derrotada en las urnas. Tras las sanciones aprobadas el 29 de diciembre, el presidente ruso sorprendió al planeta entero al anunciar que no respondería a esas denuncias.

“¡Siempre supe que (Putin) era muy inteligente!”, tuiteó Donald Trump el 30 de diciembre.
Desde entonces, la línea del presidente estadounidense respecto a Rusia sigue siendo vaga, una ambigüedad que provoca preocupación en el Congreso. FUENTE: NWNOTICIAS.COM