IMPULSO/ Jorge Islas
Estamos unidos mexicanos
¿Cómo lograr unificar a un país tan dividido, que por siglos ha sido económicamente desigual, socialmente excluyente, políticamente fragmentado y polarizado? Independientemente lo que diga la retórica y propaganda oficial, es muy difícil unificar a un grupo social tan heterogéneo como lo es la sociedad mexicana. De hecho, en una democracia, las diferencias son muy importantes porque reflejan la pluralidad política y social, sin embargo, ante hechos de emergencia, la unidad política es fundamental para enfrentar en conjunto un problema común.
La unidad nacional no se da por medio de decretos ni de campañas de mercadotecnia, sino por una necesidad de atención urgente que logra conciliar las demandas y preocupaciones compartidas entre la sociedad civil y el gobierno, con el fin de hacer un frente común ante una amenaza común. Por ello, es impensable querer utilizar las causas de la integración de la nación para sacar provecho en temas de orden electoral, o para intentar elevar la popularidad del gobierno. Es algo muy serio que se debe de tratar con altura de miras, porque se está gestando un gran consenso nacional, para apoyar la mejor defensa del país ante un riesgo que no habíamos visto desde el siglo XIX.
Creo que ningún héroe nacional en toda nuestra historia logró unificar a los mexicanos en tal magnitud como lo ha hecho Donald Trump, quien no ha desaprovechado oportunidad alguna para estigmatizar y condenar a México y los mexicanos, como uno de los grandes males que tiene su país.
Claramente hay un discurso xenofóbico y discriminatorio, como producto de su ignorancia y arrogancia supremacista. En su irresponsabilidad cibernética, no se da cuenta de los ánimos que está despertando en contra de un sentimiento antimexicano en EU, en donde hay un número importante de nacionales que viven en el clandestinaje migratorio. No es soberano el acto en el que se incita a la violencia, la segregación, la ofensa y a la violación de derechos humanos por parte de la autoridad federal, estatal o municipal. Es sólo un acto de odio que incita a la humillación colectiva.
Las órdenes ejecutivas del presidente de EE.UU. relacionadas con temas migratorios son una expresión de la intolerancia que tiene hacia el mundo. Hacia la diversidad y la sociedad abierta, caracterizada por la conformación de una comunidad multicultural, que vive con los valores universales de la democracia.