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Toluca
La Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz, que tendrá lugar en Bogotá del 2 al 5 de febrero, arrancó con la presencia del presidente colombiano Juan Manuel Santos desde el escenario de Corferias, donde los laureados hablaron del proceso de paz de Colombia, del nuevo gobierno de Estados Unidos, Donald Trump, la oportunidad de la paz, la sensatez y a la unión.
También intervinieron tres de los Premios Nobel invitados: Tawakkol Karman de Yemen, laureada en 2011 por su lucha pacífica a favor de la seguridad de las mujeres y de su derecho a participar en la construcción de paz; José Ramos Horta de Timor Oriental, quien fue premiado en 1996 por su trabajo para la solución pacífica al conflicto de su país, y Óscar Arias Sánchez ex presidente de Costa Rica laureado en 1987 por su trabajo para lograr la paz en Centroamérica.
Los tres coincidieron en hablar sobre el presidente Donald Trump rechazando de tajo la discriminación que se ha hecho evidente en sus políticas, así como el mandatario colombiano. Tawakkol Karman afirmó que hay gente enferma que se vuelve adicta a buscar el miedo y el temor en los demás, lo que los hace sentir fuertes.
“El Gobierno de Estados Unidos agrede los derechos Humanos y la diplomacia. Es el invierno de la desesperación”
Óscar Arias,
Nobel de Paz de Costa Rica
Y fue enfática al decir: “No podemos alejar a los musulmanes porque tienen otra religión, señor Trump”. Mientras tanto, el ex presidente Óscar Arias ubicó los dos momentos: los mejores -que se viven en Colombia-, y los peores, que se dan principalmente por Estados Unidos.
“A pesar de que este encuentro hablaremos de temas latinoamericanos estoy seguro de que todos estamos a la expectativa de lo que pueda pasar en Estados Unidos, un país donde la insensatez la xenofobia han crecido”, dijo y añadió afirmando que parece que es el inicio de la ignorancia, reprochó que no considere que el Cambio Climático sea un producto del hombre.
“Nos describe a un gran hermano que quiere tener acceso a todas las redes sociales y contactos de los extranjeros, y vemos tristemente cómo se quiere continuar con la construcción horrendo de un muro que no solo dividirá los pueblos, sino también a las conciencias.
El presidente y Premio Nobel Juan Manuel Santos en su intervención habló de la importancia del amor y la necesidad de vencer el miedo para generar cambio, y por supuesto resaltó el momento que vive Colombia.
“Miren esta afortunada coincidencia con la Cumbre que hoy instalamos: esta misma semana está ocurriendo algo que los colombianos habíamos soñado por mucho tiempo (…) Más de 6 mil hombres y mujeres de la guerrilla de las FARC se están concentrando en diversas zonas alrededor del país, para preparar su reincorporación a la vida civil y entregar las armas a las Naciones Unidas en un proceso escalonado que debe cumplirse en los próximos 4 meses”, dijo.
Y agregó: “el martes de la próxima semana en Quito comenzará la fase pública de conversaciones entre el Gobierno colombiano y el ELN, la última guerrilla de Colombia y del continente, lo que nos permitirá alcanzar la paz completa”. El mandatario explicó que del diálogo y la civilidad se trata la paz y “de dar la oportunidad a quien acudió a medios violentos para expresar su rebeldía, de cambiar los fusiles por la palabra, las balas por las ideas, la lucha armada por el debate democrático, el odio por la reconciliación”.
Al respecto, Karman quiso mandarle un mensaje a las víctimas del conflicto colombiano: “Estoy aquí en Colombia que es un país que está renaciendo, es un reconocimiento de su voluntad y deseo de buscar de paz en este país. (…), ya las víctimas, ellos nos han demostrado que no son víctimas, son héroes reales. Y la historia los va a mencionar en el futuro por el esfuerzo que están haciendo por la paz y no por la venganza”.
Ramos Horta señaló la fuerza que se necesita para lograr la paz y felicitó al Gobierno, los colombianos y a las FARC por aceptar “el desafío de la paz”’. “Si se necesitó coraje para hacer la guerra, también se necesita para hacer la paz”, dijo.