IMPULSO/ Edición Web
Roma
McDonald’s abre un local a pocos pasos de la cúpula de la basílica de San Pedro. Una presencia indigesta para algunos cardenales y dueños de negocios vecinos. En Italia se reabre la discusión sobre el impacto estético de restaurantes de comida rápida en lugares históricos y monumentales.
Una monja aseguraba a las puertas del nuevo local: “Yo nunca voy a McDonald’s, prefiero una pizza”. A la romana Raffaella Scarano no le preocupa: “Yo estoy de acuerdo. Trabajo aquí, al lado, así que todo lo que sea bueno para la economía de nuestro país está bien para mí”.
Para el cardenal Elio Sgreccia “es una deshonra, nada respetuosa con las tradiciones arquitectónicas y urbanísticas de una de las plazas más características que domina la columnata de San Pedro, visitada cada día por miles de peregrinos y turistas. Una decisión empresarial que ignora las tradiciones culinarias del restaurante romano “. Otros se lo toman con más calma, como es el caso del padre Rafael: “Me parece que hay problemas más graves en el mundo que el que McDonald’s esté demasiado cerca de San Pedro, hay mayores escándalos”.
Aunque la mayoría de los 36 mil locales de McDonald’s -un 85%- son franquicias, el nuevo restaurante cerca del Vaticano es propiedad de la empresa, según afirmó una de sus voceras. “El negocio no se encuentra dentro del Vaticano”, aseguró en un email. “Está ubicado en una zona turística popular fuera del Vaticano que ya tiene varios restaurantes, bares y negocios minoristas. Como ocurre siempre que McDonald’s opera cerca de un sitio histórico en cualquier lugar de Italia, este restaurante ha sido totalmente adaptado con respeto al ambiente histórico”.
La agencia vaticana que supervisa sus propiedades inmobiliarias aprobó un contrato de arrendamiento. Según el diario La Repubblica, el Vaticano recibirá un alquiler mensual de 30.000 euros de McDonald’s.
Con información de La Nación e Infobae