IMPULSO/ Luis Ayala Ramos
Nezahualcóyotl
Miles de usuarios de transporte público podrían estar en peligro por el alza en la gasolina, ya que no se renovará el parque vehicular.
“La integridad física de miles de usuarios del Transporte Público estará en riesgo, ya que el incremento al precio de la gasolina y el diésel pegará principalmente a los gastos de mantenimiento de las unidades, pues, después de la gasolina, subirán la refacciones y las llantas y los transportistas no podrán absorber la diferencia de todos estos gastos que se vislumbran para las primeras semanas del 2017”, aseguró en entrevista Alejandro Reyes Valdez, presidente del Consejo de Administración de la Ruta 42, al explicar que la sustitución de unidades viejas se verá estancada ante la imposibilidad de los transportistas por cubrir créditos para vehículos nuevos.
Lo más seguro es que muchos sacrifiquen el gasto de mantenimiento de sus transportes para poder pagar la gasolina más cara, ya que tienen otros gastos fijos donde no pueden ahorrar. Una posible alternativa de muchos choferes será buscar refacciones baratas, de mala calidad o de dudosa procedencia, un peligro para los miles de usuarios.
Reyes Valdez dijo que otro riesgo, de no considerar un incremento en el pasaje, es que muchos choferes comiencen a buscar otras opciones laborales, pues, de un promedio de 300 ó 400 pesos, que les quedan por una jornada de trabajo de hasta 12 horas diarias, podrían quedarles 100 ó 200 pesos que no alcanzan para los gastos básicos de sus familias.
De bajar el parque vehicular, habrá una demanda de transporte para miles de pasajeros que viajan diario a sus centros de trabajo o a la escuela, lo cual será origen de otro conflicto social.
DATO:
Ante este panorama, el presidente de la Ruta 42 hizo un llamado al gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, y al secretario de Movilidad, Isidro Pastor, para que en breve se analice la posibilidad de incrementar el pasaje en proporción al costo de la gasolina.
