Noviembre 24, 2024
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2017, el año de los jóvenes

IMPULSO/ Alejandra Barrales
Para la mayoría de los millenials el sistema de partidos contribuye a la problemática que vive la nación: “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica” Salvador Allende.

En estas últimas semanas me he reunido con cientos de jóvenes de izquierda en diferentes estados de la República, hemos platicado, hemos debatido sobre la difícil situación que viven en sus entidades y de cómo, poco a poco, muchos de sus compañeros han perdido la confianza en todo aquello que huele a política. En esos diálogos he señalado que los jóvenes de esta generación, también conocidos como millenials, son informados, incluso más que sus antecesores.

Sin embargo, son también los menos participativos en la vida de los partidos políticos. Y mi pregunta para ellos fue directa: ¿por qué? La respuesta fue simple pero contundente: porque no creen en el sistema de partidos, el cual consideran contribuye a la problemática que vive la nación. Es triste que aun cuando representan 37% de la votación nacional, hoy en día nuestros jóvenes no tengan orientación política definida y no participan en la vida democrática, es decir, no votan, porque suponen que no es necesario e incluso que no es una opción para mejorar las cosas.

Es comprensible la apatía que tienen por la política, el gobierno, las instituciones. Es entendible su baja participación en la toma de decisiones, en la planeación. Pero eso no justifica que permitan que las cosas sigan igual. Nada justifica el conformismo. No podemos permitir que los jóvenes mexicanos pierdan su esencia contestataria, rebelde, activa. Deben de alzar la voz, decir lo que piensan y, en especial, actuar.

Estamos perdiendo lo más importante que tenemos en México: el factor humano y potencial de nuestros jóvenes. Con 34 millones de personas de entre 18 y 35 años, los millenials constituyen un motor esencial para el progreso, desarrollo, crecimiento y renovación del país. ¿Qué podemos hacer para que los jóvenes vuelvan a confiar en las fuerzas políticas como un medio para alcanzar sus objetivos?

Lo primero que tendríamos que hacer es reconocer la falta de sensibilidad y empatía ante los problemas y retos que enfrenta la juventud mexicana y, en consecuencia, la ausencia de políticas, programas y acciones dirigidas exclusivamente a este sector del país. Por nuestra parte, los partidos políticos no sólo debemos pensar en elecciones y votos. Si queremos seguir vigentes, si queremos una revitalización de nuestra militancia, no debemos temerle al cambio generacional, porque así fue como muchos de nosotros en el PRD tuvimos una oportunidad y crecimos