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Libres policías que presuntamente torturaron a secuestrador

IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
El colombiano Nino Colman, presunto responsable del plagio más largo de la historia en la Ciudad de México, no logró que aprehendieran a los policías que supuestamente lo torturaron cuando lo detuvieron.
Esto, debido a que le fue negado el amparo que solicitó para dejar sin efectos la negativa de un juez penal a librar orden de aprehensión contra dos agentes de la policía capitalina que lo detuvieron, torturaron y robaron en agosto de 2009.
La sentencia de amparo ya fue declarada firme debido a que ni él ni ninguna otra persona autorizada interpuso recurso contra la resolución.
Natalia Pérez, abogada de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), organización que asesora al colombiano por la tortura de la que fue víctima, explicó que el juez de amparo negó la protección porque consideró que no había suficientes elementos de prueba para comprobar el cuerpo del delito.
En consecuencia, el expediente regresará con el Ministerio Público adscrito a la Fiscalía de Investigación de Delitos cometidos por Servidores Públicos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México para aportar más pruebas y estar en posibilidad de decretar el ejercicio de la acción penal.
“Es una pena que a pesar de que hay cinco dictámenes médicos iniciales que demuestran que Nino presentó diversas lesiones, entre ellas un esguince cervical y luego del protocolo de Estambul que practicó la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (hoy CDMX) que permitió emitir la recomendación de 2013 donde justamente se reconoce a Nino como víctima de tortura.
“Es una pena que estos elementos de prueba no sean suficientes y por lo tanto no se pueda iniciar un juicio en contra de los policías que están señalados como responsables y que una vez más se deja la carga de la prueba para las víctimas de tortura para que sean ellas las que demuestren que fueron torturadas y no que el Estado sea quien lo declare por medio de una investigación objetiva, imparcial y eficaz”, indicó Pérez Cordero.
Agregó que la CMDPDH confía en que esto no sea tomado como una nueva oportunidad para que las investigaciones sean “pobres o deficientes”, ni para que se intente dar carpetazo al asunto como ha intentado la Procuraduría en cinco ocasiones ya.
También explicó que esperan que el protocolo de Estambul realizado por la Procuraduría capitalina no sea tomado como prueba válida, pues un juez de amparo ya lo declaró nulo al considerar que careció de independencia e imparcialidad, pues los inculpados forman parte de la misma dependencia.
“Ha habido ocasiones posteriores a ese amparo que ganamos en que la Procuraduría siguió intentando ofrecerlo como prueba dentro de la averiguación”, señaló.
EL UNIVERSAL informó que Colman declaró que al ser trasladado en 2009 por agentes capitalinos a las instalaciones de la Fiscalía Especial de Investigación para la Atención del Delito de Secuestro, conocida como Fuerza Antisecuestro (FAS), fue víctima de tortura física y psicológica para que confesara haber plagiado a Priscila Loera, de 19 años, en diciembre de 2007.
Denunció que los agentes le dieron puñetazos en la cabeza, en el cuello, que le taparon la cara con plásticos y que le dijeron que si no confesaba le cortarían los dedos tanto a él como su madre, Francia Henao, quien interpuso una queja ante la CDHCDMX.
Derivado de ello, se inició la averiguación previa número FSP/B/T2/1771/09-08 por el delito de tortura y robo.
Después de varios recursos legales en los que se ordenó la reposición del procedimiento y la adecuada valoración de pruebas, la PGJ requirió orden de aprehensión contra los policías responsables, sin embargo, el Juez Quincuagésimo Primero Penal en la CDMX la negó en marzo de 2016.
El caso del secuestro que se le imputa a Nino Colman es el de Priscila Loera, quien luego de la detención del colombiano fue asesinada por integrantes de la banda Las Pelonas. Por el secuestro agravado, Colman fue sentenciado a 60 años de prisión y continúa tramitando recursos para que sea revocada esta condena.