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Metepec
Anthony van der Meer, un estudiante holandés, decidió ejecutar un plan para descubrir el destino de un teléfono robado. El resultado está plasmado en un documental con la vida del delincuente. Tras sufrir un robo, consiguió un nuevo celular e instaló la aplicación Cerberus, salió a la calle y fue asaltado de nuevo, esta vez con satisfacción propia.
Cerberus, la app de seguridad, se instala en segundo plano en el teléfono y, dependiendo de cómo se configure, impide actualizar el sistema operativo y no desaparece aunque el ladrón trate de reiniciar el aparato, como se explica en el documental.
La aplicación no se activa hasta que detecta una conexión a Internet, momento en el que permite a su legítimo usuario tomar control del móvil y acceder a su localización. Hasta es posible tomar fotos y video del entorno o grabar sonidos. Una verdadera maravilla para espiar a alguien.
Anthony van der Meer reconoce que la idea que se hizo de esa persona a base de espiar sus mensajes, sus fotos y sus mensajes era completamente diferente de lo que se encontró cuando lo vio en persona. Se trataba de un hombre de origen egipcio de unos 40 a 45 años, muy religioso y aparentemente pobre, que no parecía ser una mala persona.
“Creí que realmente llegué a conocerlo… Sentí pena por él… Se trataba de un hombre triste y solitario”, comenta.
El estudiante decidió enfrentar al sujeto, pero no tuvo mayor contacto con él y dejó en el olvido su celular, por ahora. “Esta historia continuará”, dice en YouTube.
Con información de La República Perú
