IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
El Puerto de Cádiz y su constitución
Después de haber cumplido, creemos a cabalidad, con la nominación muy honrosa de Jurado en el Premio de Literatura en Lengua Castellana “Miguel de Cervantes”, y lo repetiremos siempre, con el otorgamiento, por estos lugares usan el vocablo designación, del catalán, Eduardo Mendoza, como lo prometimos iremos incorporando los apuntes de viaje que realizamos por estas tierras ibéricas.
Hoy es un apunte sobre el muy conocido Puerto de Cádiz, y una referencia a su Constitución de 1812. Nos embarcamos en un catamarán en el Puerto de Santamaría y atravesamos de punta a punta la Bahía de Cádiz para llegar al destino en aguas del Atlántico, el paisaje marítimo maravilloso para luego abrirse a la enorme ciudad-puerto.
Caminamos por sus calles estrechas que conservan sus edificios y monumentos cargados de historia. La primera prueba escrita de la existencia del puerto en la bahía es la de Estrabón, se refiere a la construcción de Portus Gaditanus a las órdenes de Balbus. Según Estrabón, este puerto se acompaña de un arsenal, que participa en la fabricación de buques destinados al conflicto entre Julio César y Pompeyo. Es precisamente bajo el mandato de este último que el uso de Gadès, que no se sabe el lugar exacto, tuvo un período inicial de esplendor, gracias a las exportaciones de vino y embutidos.
Con el gradual colapso del Imperio Romano de Occidente, sigue el relato, a partir del cuarto siglo, el futuro de Cádiz, pierde su importancia y su historia es difícil de conocer hasta el siglo XV.
Por el Real Decreto de 18 de junio de 1483, los Reyes Católicos ordenaron la creación de la ciudad y el puerto de Puerto Real. El primero moderno de la bahía y disfruta de un monopolio en la zona comercial. La Andalucía Occidental queda en manos de la nobleza local y la monarquía quienes realizan su expansión marítima al sur. El puerto se centra en el comercio con África, y luego poco a poco abre los horizontes del Nuevo Mundo fantástico.
Hoy, eso es historia que se refleja en su actual esplendor. Sobre la Constitución de Cádiz, hay que recordar que no obstante que se trató de exportar al nuevo mundo, las guerras de independencia que estaban en pleno apogeo, impidieron que se aplicara.
La Constitución española conocida popularmente como la Pepa, fue promulgada por las Cortes Generales españolas reunidas extraordinariamente en Cádiz el 19 de marzo de 1812. Se le ha otorgado una gran importancia histórica por tratarse de la primera Constitución liberal.
Oficialmente estuvo en vigor solo dos años, desde su promulgación hasta su derogación en Valencia el 4 de mayo de 1814, tras el regreso a España del borbón Fernando VII. Posteriormente se volvió a aplicar durante el llamado Trienio Liberal -1820-1823, así como durante un breve período en 1836-1837,
En efecto fue una Constitución adelantada a su tiempo, puesto que establecía la soberanía de la Nación por arriba del rey, por medio de una monarquía constitucional, además de la separación de poderes, la limitación de los mismos al rey, el sufragio universal masculino indirecto, la libertad de imprenta, la libertad de industria, el derecho de propiedad o la fundamental abolición de los señoríos, entre otras cuestiones, recogió algunos derechos dispersos en su articulado, sin embargo ningún derecho otorgó a las mujeres, ni siquiera hace referencia a ellas. [email protected]
