IMPULSO/ Agencia SUN
Bélgica
La Unión Europea (UE) y Cuba dan inicio a una nueva era tras firmar el primer pacto bilateral en la historia de sus relaciones bilaterales y derogar la controvertida Posición Común de 1996.
El acuerdo de diálogo político y de cooperación fue firmado por la Alta Representante de la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, y el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, durante una ceremonia celebrada en el edificio Julius Lipsius, sede del Consejo Europeo.
“Con el acuerdo tendremos oportunidad de llevar la relación entre la UE y Cuba a un nuevo nivel, que realmente refleje los fuertes lazos históricos, económicos y culturales”, aseguró Mogherini.
“El acuerdo abre una etapa promisoria en los vínculos entre la UE y Cuba”, dijo Rodríguez.
Durante su intervención, Mogherini habló sobre los aspectos históricos del acuerdo. Aseguró que por primera vez Europa contará con un marco institucionalizado para acompañar el proceso cubano de “cambio” y “modernización económica y social”.
“Es una oportunidad común para fomentar el desarrollo sostenible, la justicia social, fortalecer la democracia y el respeto a los derechos humanos. También nos ayudará para aumentar el comercio y la inversión”, continuó. Además, aprovechó para subrayar que independientemente de la política que adopte la administración del presidente electo Donald Trump, Europa seguirá el proceso iniciado hacia la isla.
“Los acontecimientos en Washington a partir de enero no afectarán las relaciones entre la UE y Cuba”.
Rodríguez hizo referencia a las dos décadas que transcurrieron para llegar a este punto. Sostuvo que en 1998 su país propuso un acuerdo, pero fue hasta 2014, bajo la presidencia francesa de la UE, cuando se establecieron las bases de respeto mutuo y reciprocidad. Tampoco dejó de lado los momentos de desencuentro.
“La eliminación de la Posición Común restablece la normalización de las relaciones entre la UE y Cuba”, aseguró. Rodríguez reconoció que mientras siga existiendo el embargo comercial y financiero estadounidense, las oportunidades económicas con Europa seguirán enfrentando obstáculos.
“Estoy convencido de que hay una oportunidad promisora para continuar desarrollando los vínculos entre Europa y Cuba, a pesar de que habrá que remover el obstáculo que significa, en particular en el plano financiero, la aplicación que persiste del bloqueo contra Cuba”.
Con relación a la llegada de Trump a la Casa Blanca, precisó: “Las relaciones entre la UE y Cuba felizmente no pasan por Washington”.
Rodríguez afirmó que a pesar de que persisten “profundas diferencias conceptuales” en el ámbito político y de derechos humanos, esto no restringirá la posibilidad de avanzar en las áreas de interés común. El acuerdo ahora se someterá a la aprobación del Parlamento Europeo y de los Parlamentos nacionales.
Erwan Fouéré, quien fuera el primer embajador de la UE acreditado en Cuba (1989), reconoce en entrevista que a lo largo de su trayectoria hubo ocasiones en las que pensó que el acuerdo firmado nunca tendría lugar.
Afirma que el convenio ofrece las herramientas para que Europa pueda contribuir a superar los pendientes de Cuba, como es lograr que el proceso de apertura económica se traduzca en beneficios para todos los cubanos y garantizar el respeto de los derechos humanos y la libertad de expresión. “Este acuerdo reemplaza la confrontación. Envía un mensaje a la administración Trump: la vía para lidiar con desafíos relacionados con las libertades fundamentales es el diálogo”.