IMPULSO/ Edición Web
Estocolmo
La ausencia de Bob Dylan en la ceremonia en que recibiría el Premio Nobel de Literatura, calificada por muchos críticos como irresponsable y caprichosa, fue suplida por un discurso leído por la embajadora de Estados Unidos en Suecia, Azita Raji, y una emotiva interpretación de A Hard Rain’s A-Gonna Fall en voz de Patti Smith.
“Lo siento, no puedo estar con vosotros en persona, pero por favor, sé que estoy definitivamente en espíritu y honrado de recibir un premio tan prestigioso. Ser galardonado con el Premio Nobel de Literatura es algo que nunca podría haber imaginado o visto venir”, afirmó en su discurso el músico estadounidense.
En su texto, Dylan reconoció que le causa “una profunda impresión” verse junto a “gigantes de la literatura” como “Kipling, Shaw, Thomas Mann, Pearl Buck, Albert Camus, Hemingway”. Una impresión “más allá de las palabras” y que le causa sentirse “en compañía muy rara”.
La gala en Estocolmo quedó marcada por la emotiva actuación de Patti Smith, interpretando casi en lágrimas una composición de Bob Dylan, y el magnífico discurso de la Academia sueca de reconocimiento a un creador que cambió la idea de la literatura.
Patti Smith, que se dedicó a la poesía y la música maravillada por la obra de Dylan, se llevó la mayor ovación de la tarde cuando acabó su interpretación de A Hard Rain’s Gonna Fall, canción que Dylan compuso en 1963.
Smith, como escondida en su larga y abultada melena blanca, tuvo que parar en mitad de la canción, visiblemente emocionada. “Lo siento. Estoy muy nerviosa, les pido disculpas”, reconoció.
Nunca antes un premiado con el Nobel de Literatura estuvo tan presente en una ceremonia como en esta, en la que el protagonista no acudió.