IMPULSO/ Agencia Sun
Ciudad de México
La calificadora Moody’s ha realizado modificaciones negativas en calificación a siete estados del país ante el deterioro de sus finanzas y problemas con su deuda de corto plazo durante 2016. Veracruz fue la entidad que más ajustes tuvo a la baja, con lo cual se posiciona como la entidad peor evaluada en todo el país. Baja California, Chihuahua, Oaxaca, San Luis Potosí y Zacatecas también sufrieron una reducción en su nota, solamente el Estado de México tuvo un alza en su calificación.
A lo largo de este año, Veracruz sufrió tres bajas en su nota y actualmente su calificación “Caa1” es considerada por Moody’s como el rango más bajo con el cual se puede evaluar a una entidad mexicana. De mantenerse la presión en sus finanzas, es factible que la calificadora pueda reducir todavía más su evaluación sobre la entidad.
“El continuo deterioro en la posición financiera de Veracruz reportada en sus estados financieros correspondientes al tercer trimestre de 2016. La combinación de una posición de liquidez extremadamente ajustada, caída en los ingresos, y montos estimados mayores en intereses y presiones de gasto disminuyen la capacidad del estado para garantizar el pago puntual de sus obligaciones de deuda bancaria durante los siguientes 12 a 18 meses”, resaltó la calificadora Moody’s en el último ajuste a la baja a Veracruz, ocurrido el pasado 30 de noviembre.
En el caso de Chihuahua, en julio pasado, la agencia decidió retirarle su calificación “por razones propias del negocio”. “Este año en realidad sí hubo mucho movimiento a la baja. Fue un año difícil por las elecciones y cambios de gobierno. De los 10 estados que tuvieron elecciones cuatro tuvieron bajas y en general también vimos muchas acciones a la baja en municipios”, dijo María del Carmen Martínez, analista de estados de Moody’s.
La calificadora explicó que independientemente de la calificación que mantiene sobre México (A3 con perspectiva negativa), la evaluación sobre las entidades federativas se debe al mal desempeño que han tenido sus finanzas locales. Para la calificadora, los estados van a enfrentar más retos el próximo año y en promedio se presentarán más bajas en sus calificaciones. Sin embargo, Moody’s consideró que no es un escenario catastrófico para las entidades, pese a la problemática de sus finanzas, problemas de deuda y menos recursos federales.
“Lo peor podría ser una caída muy fuerte en las transferencias federales. Catastrófico sería una caída en las participaciones, la cual ya vivimos en 2009 y podría ser muy fuerte para los estados, ya que 90% de sus ingresos son transferencias”, puntualizó.
