IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
En 2008 se encontró en una cueva al norte de Jordania un conjunto de tablillas de plomo que estaban unidas como carpetas por anillos de metal. El hallazgo fue realizado por un beduino jordano y muestran el primer retrato de Jesucristo, se presumía que las tablillas tenía una antigüedad de unos 2 mil años
Un grupo de científicos analizó el plomo, las palabras y los símbolos para verificar su autenticidad o en su defecto, tener pruebas para poderlas llamar falsificaciones, pero según los resultados, las tablillas son verdaderas.
Según reporte el diario británico Daily Mail, su contenido podría ser esclarecedor no sólo para los cristianos, sino también judíos y musulmanes.
“Las tablillas sugieren que Cristo no estaba comenzando su propia religión, pero sí la restauración de una tradición de mil años de edad, de la época del rey David”, aseguran los expertos.
En su interior, una de las tablillas tiene dibujado el rostro de Jesucristo y se asegura que promovía el culto en el templo de Salomón, donde se creía que se podía ver el rostro mismo de Dios.
Los profesores Roger Webb y Chris Jeynes de la University of Surrey, Inglaterra, confirmaron que las tablillas son compatibles con una muestra comparativa de plomo de la antigua Roma desenterrada de un sitio de excavación en Dorset.
Los expertos explicaron que los códices “no muestra la radiactividad derivada de polonio que normalmente se ve en muestras de plomo modernas, lo que indica que se fundió hace más de 100 años”.
Además explicaron porque confirman que las tablillas son de hace 2 mil años de antigüedad. “Si bien puede haber variaciones en la decadencia y la corrosión que dependen de las condiciones ambientales en las que se almacenan o se ocultan los objetos, hay un fuerte tema de fondo de la decadencia desde el interior del metal”, aseguraron los investigadores en un comunicado de prensa.
Además el periódico británico relata que existió otro análisis más detallado que indica que la cristalización del códice lo sitúa entre mil 800 y 2 mil años de edad.
Estos serían los primeros documentos, fuera de los evangelios, que hablaron de Jesús, dicen los expertos. El análisis de secuencia de comandos confirmó que el lenguaje de los códices es paleo-hebreo.
Los códices están cubiertos de estrellas de ocho puntas, símbolo de la venida del Mesías, y mencionan el nombre de Jesús y el de los apóstoles Santiago, Pedro y Juan.
De acuerdo con los científicos, los libros sugieren que Cristo era parte de una secta hebrea que se remontaba al reinado de David, que adoraban en el templo de Salomón. También afirman que en la Biblia se refiere a Jesús como un “tekton” que se traduce generalmente como “carpintero”, pero en realidad significa “artesano experto” y podría referirse a la habilidad de producir este tipo de trabajos en metal.
El hallazgo, no contradice los evangelios, más bien pone mayor énfasis en el templo físico, en la creencia en la divinidad femenina y en el papel de Cristo en la protección de un linaje de hebreos en lugar de ser el fundador de su propio movimiento.