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Textos en libertad

IMPULSO/ José Antonio Aspiros Villagómez
Un homenaje a Fidel, creador de Prensa Latina
Tal vez por la hora en que se conoció la noticia, los muchos canales de televisión que se pueden sintonizar en la Ciudad de México, incluidos los dedicados a servicios informativos, reaccionaron tarde la noche de viernes 25, cuando se supo del fallecimiento del comandante Fidel Castro Ruz. Estaban difundiendo programas de ventas, finanzas, deportes y otros así.
No suspendieron sus trasmisiones habituales, a pesar de que el lamentable deceso fue de impacto mundial. Sólo nos fue posible encontrar dos canales en inglés con la difusión de los pocos datos conocidos hasta ese momento, las primeras reacciones y diversas historias relacionadas con el prócer cubano.
Gracias a colegas, esa noche tuvimos acceso muy oportuno a una nota urgente de la Agence France Presse (AFP), con la parte sustancial del mensaje que transmitió la televisión cubana.
Dice el cable informativo: “Fidel Castro, el padre de la Revolución Cubana y uno de los protagonistas del siglo XX, murió a los 90 años, anunció su hermano, el presidente Raúl Castro, poco antes de la medianoche del viernes. ‘A las 10H29 falleció el comandante en jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro’, afirmó Raúl en un mensaje televisado”.
El despacho de la agencia francesa fue difundido a las 23:29 horas, tiempo de La Habana.
El imperativo de dar las noticias con oportunidad, casi al instante de ocurridas, y la flexibilidad operativa para enviar a sus suscriptores primero un flash, luego breves notas urgentes, adelantos, ampliaciones, la historia completa, las reacciones y el seguimiento, es y sigue siendo a pesar de las redes sociales, una de las funciones de las agencias informativas.
Por ello Cuba creó su propia agencia, Prensa Latina (PL), tras una propuesta de Ernesto ‘Che’ Guevara al hoy muy sentido por el mundo, Fidel Castro Ruz, desde que estaban en la Sierra Maestra. La fundación estuvo a cargo de otro ‘Che’, el periodista argentino Jorge Ricardo Masetti, en junio del mismo año que triunfó la Revolución, 1959.
El ‘Che’ Guevara había trabajado antes como corresponsal en México de la Agencia Latina de Noticias, auspiciada por el gobierno argentino de Juan Domingo Perón.
Entre los primeros corresponsales de la nueva agencia cubana destacaron los mexicanos Carlos Ferreyra y Edilberto Soto Angli, y como colaboradores de sus diversos servicios estuvieron figuras como Gabriel García Márquez, Juan Bosh, Eduardo Galeano, Volodia Teitelboim, Frei Beto, Gregorio Selser, Luis Suárez, Lisandro Otero, Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Juan Carlos Onetti y hasta el poeta Heberto Padilla, quien luego fue encarcelado por realizar “actividades subversivas”.
De acuerdo con las numerosas fuentes consultadas, García Márquez fue corresponsal de PL en Bogotá y Nueva York (1959-1960), junto con su amigo Plinio Alpuleyo Mendoza, quien hace no mucho dijo a la revista Proceso que “trabajamos durísimo durante más de un año para posicionar esa agencia con una visión muy latinoamericanista”.
Según su biógrafo Gerald Martin, el Nobel colombiano “había tenido una amarga experiencia al trabajar en Prensa Latina”, al parecer porque los radicales estalinistas que había dentro de la agencia, quisieron apoderarse del control de la misma, y lo lograron tras forzar también la salida de Masetti, cuyo lema era “somos objetivos, pero no imparciales”.
Pero, también, Martin dice en el libro ‘Gabriel García Márquez. Una vida’, que el autor de ‘Cien años de soledad’ quiso marginarse de la reprobación de otros escritores al encarcelamiento de Padilla, y se deslindó de la carta condenatoria donde -a propuesta de Alpuleyo- apareció su firma sin su conocimiento.
Martin, también consultado por Proceso (20-04-2014) consideró que el no involucrarse con el caso Padilla, fue para Gabo “la oportunidad de acercarse otra vez al régimen de Fidel Castro”, del que estaba entonces distanciado tras esa “amarga experiencia” en PL, surgida cuando Masetti despidió a los extremistas que había en PL, pero el gobierno le ordenó reinstalarlos y por eso dimitió. Y, para su sorpresa, Fidel Castro le aceptó la renuncia y entonces se fue con el ‘Che’ a seguir la guerrilla en otros lares.
Son historias que han contado o escrito Eduardo Lucita para la agencia argentina Argenpress (2014), Alpuleyo a Rafael Croda, de Proceso, y la periodista argentina Stella Caloni.