IMPULSO/ Mtro. Marco A. Rodríguez Blásquez*
Rasgándose las vestiduras
Sigue siendo una incógnita la actuación de Trump una vez que asuma la Presidencia. Seguramente tendrá que considerar la constante desaprobación de la comunidad internacional ante las medidas que pretenda adoptar, principalmente en los temas económicos y migratorios
Hasta hoy, Trump ha impuesto su agenda en los medios de comunicación generando opiniones a favor y en contra, sin embargo dicha agenda está muy lejos de imponerla en diferentes latitudes y principalmente en México. Por lo que antes que tome cualquier decisión tendrá que negociar con cada uno de los temas que comprende la agenda binacional.
¿Hasta dónde es posible la negociación? Para tener una respuesta que se acerque a la realidad, habrá que considerar el perfil con quien se negocia, en este caso Trump, y para conocer un poco sobre su perfil hay que observar su libro “The Art of the Deal” en donde esboza una serie de reglas para alcanzar el triunfo, “Pelea cuando sea necesario”, “Capitaliza tus fortalezas”.
Sin duda y posterior al pasado proceso electoral, siguió este libreto. Veamos: a) Peleó con todo para lograr la candidatura y, b) una vez obtenida la candidatura, este logro se convirtió en su principal fortaleza, y se dedicó a amenazar al ´stablishment´ norteamericano, desaparecer el TPP, renegociar el TLC, construir el muro, expulsar a millones de migrantes, etc.
Sin embargo ante este pronóstico desalentador, se impondrá la realidad a lo que el próximo Presidente de EE.UU. tendrá la necesidad de construir nuevos escenarios de inclusión más que de exclusión, que garanticen el equilibrio geopolítico.
En otra participación para Diario Impulso, señalé que el Presidente Peña le había apostado a Trump y que previo a la visita, cabildeó su equipo compacto con gente cercana al Candidato, por lo que en este momento es factible afirmar que desde ese entonces se iniciaron las negociaciones.
Sin embargo aún persiste una corriente de opinión desestabilizadora que intenta obstruir la relación en esta etapa de transición entre los equipos de Peña y el Presidente electo. Esta corriente orquestada por un grupo de intelectuales, analistas y legisladores, fracasó en su primer intento pero ahora han iniciado “una espiral del miedo” cuyo objetivo es lograr una confrontación entre el Presidente Peña y el próximo Presidente de los EE.UU.
El país necesita acuerdos, no confrontaciones. Es hora de cerrar filas, asumir compromisos en torno a lo que podría ser un gran Acuerdo Nacional. Este reto entraña asumir una actitud de convicción y solidaridad por México, en donde los protagonistas como los empresarios, académicos, intelectuales, líderes de ONG, legisladores, medios de comunicación, unidos sean la fuerza que impulse al País.
Por separado me quiero referir a los integrantes del Gabinete, quienes deben ser los primeros en asumir esta actitud y dar la cara por su País, apoyando a su Jefe, blindándolo ante los constantes embates, actuar con valentía, dejar la estrategia del “agachón” y sobretodo hacer a un lado cualquier interés político, personal y de grupo. Un ejemplo lo dio el Secretario de SEDESOL en su pasada comparecencia en el Congreso. Ante la actitud contestataria del Secretario Miranda, un grupo de legisladoras acostumbradas a “regañar” a los secretarios y que no aceptan confrontaciones, se “rasgan las vestiduras”.
Se les olvida el lamentable espectáculo que tres Senadoras del PRI, del PAN, Gómez del Campo, prima de Margarita Zavala, y del PRD, Dolores Padierna, quienes vestían playeras apoyando a la Candidata Hillary Clinton. Los Legisladores y Legisladoras son los primeros que deben asumir actitudes patriotas en defensa de México y no hacer una tormenta en un vaso de agua.
*Director de BGC Consultoría Estratégica.