IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
No hay invasión Tigre como en otras ocasiones, pero la mancha amarilla si se hace presente en CU.
De forma esporádica aparecen aficionados norteños, esos que son fieles a morir como Don Jorge Pecina, el Tigre viajero desde 1970.
Las canas denotan experiencia y la camiseta con el número 22 la pasión.
“Soy Tigre desde el 70. He visto de todo y he viajado a todos lados con mis Tigres. Estuve en Buenos Aires en la final de la Libertadores, en Panamá con la Concachampios y por qué no voy a venir ahora, sólo fueron doce horas en autobús”.
No sólo es pasión, es fidelidad, es entrega a los colores, “primero soy Tigre y luego existo. Aquí no andamos con medias tintas de irle al equipo cuando sólo les va bien, como son los de los Pumas, hasta cuando se fueron a segunda los fui a ver y antes de morirme los quiero ver otra vez campeones”.