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Encarcelan a escritora iraní por libro sin publicar

IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Amnistía Internacional (AI) anunció que la escritora y activista de derechos humanos, Golrokh Ebrahimi Iraee, fue condenada a seis años de cárcel en Irán por un texto no publicado, donde aborda la práctica de la lapidación y cómo la protagonista se indigna y quema un ejemplar de El Corán
El informe, fechado el 24 de octubre, detalla que funcionarios irrumpieron en el domicilio de la escritora con medios violentos y se llevaron a la autora a la prisión de Evín, en Teherán.
Golrokh Ebrahimi fue declarada culpable por “insultar símbolos sagrados del Islam”. Su esposo, el activista de derechos humanos Arash Sadeghi, inició una huelga de hambre en señal de protesta.
“La de Golrokh Ebrahimi Iraee es la última de una sucesión de jóvenes escritores y activistas que se han visto afectados por la incesante campaña de represión de la expresión artística emprendida por Irán. Su encarcelamiento por expresar pacíficamente su oposición a la lapidación es una injusticia tremenda y un indignante ataque a la libertad de expresión. Es, además, una muestra de apoyo al castigo cruel e inhumano de la lapidación que resulta escandalosa y profundamente inquietante”, afirmó Magdalena Mughrabi, directora adjunta del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
La pareja fue detenida el 6 de septiembre de 2014, cuando unos hombres que, aparentemente, pertenecían a la Guardia Revolucionaria entraron a su domicilio. Los revolucionarios hallaron el borrador del relato.
Arash Sadeghi y Golrokh Ebrahimi fueron llevados a la prisión de Evín. Él fue condenado a 19 años de cárcel por “difundir propaganda contra el sistema”, “reunirse y conspirar contra la seguridad nacional” e “injuriar al fundador de la República Islámica”.
Sadeghi está en prisión, pero Ebrahimi comenzó a cumplir su condena el 24 de octubre de este año. AI informó que mientras estuvo detenida, la escritora fue sometida a interrogatorios, con los ojos vendados, y le advertían que podía ser ejecutada por “injuriar el Islam”.