Noviembre 26, 2024
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Mexico-EU, una complicada agenda bilateral

IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Para la política exterior de México, no hay tema más importante que la defensa de los derechos de los mexicanos en el exterior, lo que hoy en Estados Unidos cobra singular importancia en virtud de las políticas que diseñó durante su campaña el ahora presidente electo Donald Trump, y que de muchas formas representarían retrocesos enormes en la relación con México. Son todos ellos temas sensibles y de importancia social, económica, diplomática y fronteriza
Se trata de una relación compleja y que beneficia igual a México que a EU. Donald Trump, colocó como primacía política de su campaña temas que se encuentran en el centro de la agenda bilateral y que, de llevarse a la práctica, constituirían retrocesos inadmisibles para una buena relación entre ambos países. En el centro de su programa de gobierno colocó el tema de la migración, como un problema, por los daños que causa al empleo y a la economía estadounidenses, cuando en realidad le reporta enormes beneficios económicos y sociales evidentes.
Trump planteó que desde el primer día de su gobierno trabajaría en la deportación de los indocumentados en EU, un total de 11 millones, de los que 5.6 millones son mexicanos a los que denostó durante su campaña como criminales, violadores, traficantes de droga; planteó también la construcción de un muro para cerrar la frontera con México y revisar, para prácticamente anular, el TLCAN.
Otro tema importante de la agenda de campaña Trump que afectaría seriamente a mexicanos es la eliminación del programa DACA de acción diferida, del que se benefician jóvenes mexicanos que llegaron a EU siendo niños y que hoy les permite no ser deportados, estudiar en universidades e integrarse plenamente a la vida social y a los derechos civiles en EU.
Lo primero que destaca es que todos estos son temas que forman parte de una estrecha relación que se ha forjado a lo largo de décadas y que es imposible borrar de un plumazo, ya sea a través de una orden ejecutiva o con el desconocimiento o anulación de acuerdos. Los gobiernos de EU y de México deberán sentarse a discutir la nueva agenda que para la relación propuso el candidato, no el presidente electo. En el caso de la migración México no puede aceptar que se vulneren los derechos humanos de los mexicanos indocumentados que trabajan en Estados Unidos y que no son criminales, ni violadores, sino gente que ha contribuído grandemente a la economía de EU.
En el caso del muro en la frontera México-EU, no puede tomarse una decisión unilateral sin dañar gravemente la relación fronteriza de millones de mexicanos y estadounidenses que viven a lo largo de la frontera. En relación con el TLCAN, tampoco puede anularse por una decisión unilateral del nuevo gobierno. No es cierto que haya beneficiado a México fundamentalmente, ni que por su culpa hayan salido empresas de Estados Unidos, ni que haya sido instrumento para que los inmigrantes roben empleos a los estadounidenses. Por el contrario el TLCAN ha sido de gran beneficio para EU, primero por el intercambio comercial que reduce precios allá, así como por la creación de empleos a ambos lados de la frontera y por la derrama económica que representa para ambos países.
La campaña electoral terminó. Ahora es necesario que el presidente electo comience a pensar, antes de dar los primeros pasos en estos temas sensibles, complejos e importantes para ambos países. Para México hay políticas inadmisibles como es la deportación masiva de mexicanos, pues viola sus derechos humanos, el fomento del racismo —en contra de quienes trabajan o estudian en Estados Unidos— y que causarían enormes pérdidas a la sociedad estadounidense en materia laboral, demográfica, cultural, educativa, científica… Las políticas de campaña relativas a expulsiones masivas, muro en la frontera o destrucción de acuerdos comerciales son inadmisibles como políticas de gobierno para una relación entre dos países con elevada interdependencia.
El camino por recorrer no será fácil, menos aún cuando el presidente electo Trump integra a su equipo de transición al connotado racista antimigrantes, Kris Kobach.