Síntesis mexiquense

IMPULSO/ E. F. Gallardo Sánchez
Peña
El triunfo de Donald Trump ya no es noticia, ya es historia, se ha convertido en anécdota y ahora lo que sigue es ver cómo el mundo se acostumbra a la presencia de este hombre al frente de la nación más poderosa del mundo
Particularmente, los mexicanos debemos tener mucho cuidado con lo que suceda de aquí en adelante, pero no nos engañemos, con Hilary Clinton, no nos iba a ir muy bien, nunca habló en contra de los mexicanos, pero se cuidó mucho de hablar bien. Los presidentes estadounidenses, por lo general, ven por los intereses de sus gobernadores antes que ninguna otra cosa y, en ese tenor, siempre nos han dejado atrás, a veces, muy atrás. Quizás las cosas con Trump no sean tan malas como todos esperamos.
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El presidente Enrique Peña Nieto ofreció ayer un mensaje para hablar del triunfo de Trump, dijo que acordó con el mandatario electo de Estados Unidos trabajar en una nueva agenda de trabajo y prever una reunión para “definir con toda claridad el rumbo” de la relación bilateral.
El mandatario mexicano informó lo anterior y dijo haber felicitado al presidente electo de aquel país en una conversación telefónica. “Fue una conversación cordial, amable y respetuosa. Coincidimos en que debemos trabajar por una relación de confianza y futuro compartido”, expuso el presidente Peña.
A pregunta expresa, señaló que el tema del muro que Donald Trump ha asegurado que construirá entre la frontera de Estados Unidos con México no fue tocado durante esa llamada telefónica. Además, dijo que acordaron que sus equipos de trabajo entren en contacto para delinear una agenda que incorpore temas comunes a ambos países como la seguridad y la prosperidad de sus sociedades.
Peña Nieto informó también que acordó reunirse con el republicano, preferentemente en el periodo de transición, para definir el rumbo que tomará la relación de ambos países.
En su mensaje a la sociedad mexicana, el mandatario ofreció: “Como presidente, me entregaré con toda mi capacidad, en cuerpo y alma, a velar por derechos y bienestar de los mexicanos donde quiera que se encuentren”.
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Por cierto, el presidente Peña Nieto recibió ayer un revés de parte de los legisladores federales, algo que sin duda era previsible por el encono del tema. La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados desechó de plano la iniciativa del presidente para modificar la Constitución para garantizar los matrimonios igualitarios.
Con 19 votos en contra de diputados del PRI, PAN, PVEM, PES y Panal, la comisión determinó no avalar la iniciativa, que fue repudiada por distintos oradores, entre éstos, la diputada Norma Edith Martínez de Encuentro Social, quien cuenta entre sus iniciativas una para considerar como pornografía la educación sexual en los libros de texto.
La diputada Patricia Aceves Pastrana gritó “¡retrógradas, mojigatos!” a los diputados que desecharon la propuesta de Peña Nieto.
El ex alcalde de Fresnillo, Zacatecas, y diputado federal del PRI, Benjamín Medrano, votó a favor del dictamen, en congruencia, dijo, con su comunidad.
“Soy priista, pero hoy, con toda la responsabilidad que lleva mi vida personal porque soy homosexual, no podría estar en contra de un dictamen por el que se ha luchado por parte de mi comunidad, la comunidad gay, para que tenga estos derechos”, expresó.
Refirió que como presidente municipal se le reclamó por qué no hizo nada por garantizar el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo y explicó que, si bien en ese momento no tenía atribuciones como edil, como diputado sí. “Quiero ser congruente con mi vida personal y quiero invitar a la congruencia de todos los grupos que hoy participan. No es un asunto fácil poder declarar públicamente la homosexualidad de un diputado y quiero reconocer a mi partido, que en todo momento me ha apoyado y ojalá respeten mi decisión personal”, expresó.
Sólo Benjamín Medrano e Ivonne Ortega Pacheco, ex gobernadora de Yucatán, respaldaron la iniciativa por el PRI. El resto de los priístas integrantes de la comisión la rechazaron bajo el argumento de que el matrimonio civil es una atribución de los estados y las legislaturas locales.
No fue una puñalada, fue un acuerdo que se respetó en todos sus términos.