IMPULSO/ Ernesto Hernández Alarcón
Estados Unidos
Seguimos adelante con un somero análisis de los equipos más representativos de la NBA en lo que corresponde al arranque de la temporada 2016-2017 de la misma
Rockets de Houston
Este año, tendremos algunos equipos con ataques descomunales, sin duda, el de los Rockets de Houston será uno de ellos. Su principal jugador, James Harden, es un atleta con un instinto para el ataque como pocos y, por si fuera poco, ahora será dirigido por Mike D´Antoni, un estratega con mentalidad cien por ciento ofensiva. No por nada se trajeron a más francotiradores como son Eric Gordon y Ryan Anderson (provenientes de los Pelicans de Nueva Orleans). Será una constante que el conjunto Texano albergue cotejos de más de 200 puntos combinados. Una plantilla que sin duda tiene talento en los nombres de Patrick Beverley, Trevor Ariza y Corey Brewer. ¿Llegarán lejos entonces? Por supuesto que no. Como se podrán imaginar, la factura de apostar todo a la ofensiva (incluímos la salida de Dwight Howard), implica tener una defensa con demasiadas carencias y por consiguiente ser un grupo sumamente desbalanceado. Podemos pronosticar que JHarden será uno de los líderes en varias categorías individuales, en especial lo que respecta a puntos. También me parece su arena será testigo de encuentros de mucho espectáculo. Sin embargo, el plan de campeonato que hace tres años cultivaron, con la llegada del citado Howard y el legendario Kevin McHale, no es otra cosa que un proyecto fallido.
Grizzlies de Memphis
Parecería que con este equipo, estuviésemos observando la antítesis del anterior. El conjunto de la tierra de Elvis Presley tiene la característica de que sus elementos se sobreponen a las adversidades, aún con limitados recursos. Asimismo, su ataque primordialmente se basa en su defensa, de la mano de grandes en dicha materia como Tony Allen, Mike Conley, Marc Gasol y Zach Randolph. Dos son las interrogantes más interesantes para los Grizzlies. La primera es respecto al cambio de timón en la figura de David Fizdale, quien se estrena como entrenador, con una sobrada experiencia como asistente bajo la manga, y que deberá influir a un grupo de jugadores que ya llevan un buen rato funcionando colectivamente. Tengo la impresión que tendrá la suficiente competencia para meter a MGasol y compañía en la postemporada. La segunda cuestión es la inclusión de Chandler Parsons, un atleta que he sentido se ha disminuido en las últimas temporadas pero que considero embonará a la perfección en esta quinteta, ya que les brindará una mejor rotación ofensiva. Si algo requerían en su engranaje los de Memphis, era precisamente un “play-maker” del calibre de Parsons. Muy acertada e inteligente contratación. En conclusión, los Grizzlies serán un equipo más equilibrado, que si el fantasma de las lesiones (no el de Elvis), no se aparece en su trayectoria, se mantendrán competitivos y fuertes contendientes en la postemporada, siendo una aduana para los Spurs de San Antonio o los Warriors de Golden State que cualquiera de ellos querrá evitar.