IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave
Oyó Norberto
El cardenal arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, no sólo oyó, como se lo reclamamos en nuestro Comentario a Tiempo de fecha 26 de octubre pasado, sino que escuchó al fin al Papa Francisco y al nuevo nuncio apostólico, Franco Coppola, respecto del respeto que se les debe a la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales
Desde luego no queremos ser vanidosos y pensamos que sólo fue coincidente nuestra entrega, sin embargo es el caso que el jefe de la Diócesis de México, Norberto Rivera Carrera, a nombre de los sacerdotes y el suyo propio, públicamente pidió perdón a dicha sufrida comunidad, al afirmar textual:
Les pido perdón a los homosexuales, “por si en algún momento se han utilizado expresiones inadecuadas para hacer alusión” a ustedes, y agregó: “Sepan que de ninguna manera mi intención ha sido ofenderles”.
Más importante aún, el llamado príncipe de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, aceptó que las personas con “atracción hacia el mismo sexo” asistan a las parroquias a “dar pláticas sobre el tema”, porque, y esto es lo revolucionario, reconoció que los curas no saben todo y “muchas veces no solamente no los han enseñado en el tema, sino que hasta los han extraviado”.
En efecto, los curas en su gran mayoría no conocen sobre el tema biológico, sobre esa problemática social que enfrentan los homosexuales, porque nunca han recibido la preparación adecuada, porque son temas tabú en los seminarios y sí, también los han extraviado los jerarcas de la misma iglesia.
El mismo Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México dio a conocer que el purpurado asistió el pasado sábado a la Segunda Jornada del Décimo Encuentro Courage Latino, -Courage Latino: apostolado de la Iglesia Católica para la atención pastoral de homosexuales-, que como es obvio, tuvo el objetivo de impulsar el apoyo espiritual para hombres y mujeres con atracción hacia el mismo sexo, AMS, que desean vivir una vida casta conforme a las enseñanzas de la Iglesia católica.
En dicha jornada, también se informó, un integrante de esa comunidad expuso la difícil situación que ha vivido, al manifestar que a los 23 años de edad acudió a la Basílica de Guadalupe para confesarse; ahí, el sacerdote que lo escuchó le “reconvino preguntándole si no le daba vergüenza sentir eso, lo que le hizo sentir profundamente abatido y posteriormente tomar la determinación de insertarse en el mundo homosexual”, donde se contagió del virus de inmunodeficiencia humana, VIH. Luego reconvino: “Ni en mi familia ni en ningún lugar encontré jamás el apoyo que yo esperaba. No nos hagan sentir que ni siquiera a la Iglesia pertenecemos”.
Sorprende, además, que un integrante del movimiento Courage de Guadalajara haya manifestado que no se debe usar la expresión “preferencia homosexual”, porque tal “parece que se tratara de una simple cuestión de preferencias
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