IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
: De acuerdo a Olivier Le Carrer, autor del “Atlas de los Lugares Malditos”, hay tres clases de regiones que pueden considerarse “malditas”
Muchas personas son amantes del terror y de lo que es desconocido e incluso disfrutan esa sensación de miedo al estar a la expectativa de lo que vendrá como en una película de Hollywood. Pero ¿qué pasa cuando se trata de visitar un lugar en el que se siente una vibra extraña?, esa experiencia ya no es tan agradable.
De acuerdo a Olivier Le Carrer, autor del “Atlas de los Lugares Malditos”, hay tres clases de regiones que pueden considerarse “malditas”.
En primer lugar, están los sitios que son afectados por maldiciones de los antiguos textos sagrados, como ocurre en Oriente Próximo, o por fenómenos sobrenaturales o paranormales que han desencadenado tragedias en rincones tranquilos.
Los lugares que pertenecen a la segunda clase son aquellos afectados por causas naturales que a largo plazo “arruinan” las vidas de las poblaciones y representan un peligro real como un clima complicado o la cercanía de un volcán.
Por último, están aquellos en los que la actividad humana los ha convertido en lugares en los que no se puede vivir, ya sea por guerras o contaminación.
1. El Aokigahara: Este lugar se ubica al pie del monte Fuji en Japón y es mejor conocido como “El Bosque de los Suicidas”. ¿La razón?, sencillo, es el lugar predilecto para aquellos que quieren acabar con sus vidas. Tan sólo en el año 2010, se hallaron 247 cadáveres en la zona y las leyendas urbanas aseguran que es habitado por espíritus malignos. Aquí no hay señal telefónica y los GPS se vuelven locos.
2. Amityville: La casa ubicada en la calle 112 de Ocean Avenue, en Amityville, cerca de Nueva York, se ha convertido en protagonista de libros y películas. En 1975, fue adquirida por George y Kathy Lutz, un año después de que Ronald DeFeo Jr. asesinara allí a sus padres y a sus cuatro hermanos. Incluso se decía que fue construida sobre un cementerio de los indios montaukett. La pareja sólo vivió ahí 28 días, en los que aseguraron que escucharon voces, ruidos y percibieron olores extraños.
3. Roccasparviera: Este pueblo al sur de Francia se construyó a más de mil metros de altura y a una hora de camino de la aldea más próxima. Tenía unos 350 habitantes, pero, a partir del siglo XV, comenzaron las desgracias: sufrieron la peste, plagas de langostas y terremotos, por lo que quedó completamente abandonada en 1723. Dicen que la culpable fue la reina Juana de Nápoles, quien maldijo el lugar en 1357 luego que sus dos hijos fueron asesinados.
4. El Triángulo de Nevada: Sí, todos sabemos del Triángulo de las Bermudas, pero el de Nevada, aunque es menos célebre, se dice que es igual de letal. Cubre alrededor de 25 mil millas cuadradas de terreno, y aunque los cálculos cambian según la fuente, se habla de que allí se han estrellado hasta dos mil aviones. Si le queremos añadir más morbo, se supone que la célebre Área 51 se encuentra dentro de este triángulo. Sin duda, sus montañas escarpadas la convierten en una de las zonas más peligrosas de Estados Unidos para viajar en avión.
5. Castillo de Montségur: Se ubica sobre una espectacular montaña al sur de Francia y es conocido también como “La Sinagoga de Satán”. Aunque su nombre podría indicarnos que debe su fama a fenómenos sobrenaturales, en realidad, no es así, pues su destino fue marcado por el hombre. Es uno de los vestigios del “catarismo”, un movimiento religioso gnóstico extendido durante la Baja Edad Media, uno que aseguraba que el Diablo creó el mundo material, las guerras y ¡a los católicos! Es por esto que en 1244 fue arrasado y más de 200 personas fueron quemadas en una hoguera.
6. Jharia: Es un distrito del Estado de Jharkhand, al nordeste de la India, en el que el fuego sale del suelo. Esto se debe a que era una antigua mina de carbón. Basta con que en un pozo mal cerrado se eleve la temperatura para que el polvo se encienda a la menor aproximación de oxígeno. Medio millón de personas viven en esta zona, donde para cocinar basta poner una olla sobre una grieta. Las casas se vuelven inhabitables, el suelo se calienta hasta 50 grados centígrados y son comunes las humaredas tóxicas.
7. Estrecho de la Sonda: Separa a las islas de Java y Sumatra, la principal preocupación aquí son “los cambios de humor” del volcán Krakatoa. En 1883, después de tres meses de erupciones y sacudidas, hizo explosión entre el 26 y 27 de agosto y produjo una detonación que se escuchó a cinco mil kilómetros de distancia. Dejó 40 mil muertos.
8. Cabo de Hornos: En Chile, se encuentra uno de los rincones más temidos del planeta. Aquí, el viento sopla con fuerza la mayor parte del año y durante uno o dos días del mes se registran vientos que tienen la fuerza de un huracán. En menos de dos siglos, suman 800 naufragios y unas 20 mil víctimas. Para cruzarlo, hay que pasar entre la Patagonia y los hielos de la Antártida.
9. Parque Nacional de Kasanka: Se encuentra en Zambia, si lo visitas, seguramente te sentirás como en la película “Los Pájaros” (1963) de Alfred Hitchcock, sólo que, en lugar de aves, estarás rodeado de murciélagos. Cada año, a finales de octubre y al comenzar las lluvias, estos mamíferos se establecen en este parque y se marchan hasta diciembre.
10. Toniná: Sí, leíste bien, la ciudad maya ubicada en el Estado de Chiapas fue incluida en esta lista. Aquí, se han encontrado los últimos vestigios de esta civilización, estelas e inscripciones que se remontan al año 909. Pero ¿por qué está en la lista?, porque fue abandonada y no destruida, como era la costumbre de los guerreros conquistadores. Hay muchas teorías, pero se habla de que uno de los factores fue la sequía y la degradación de la tierra. Sin embargo, hoy por hoy, es una de las zonas arqueológicas más visitadas en el país.
Con información del “Diario del Viajero”, “Verne” y “El Confidencial”.
El Aokigahara se ubica al pie del monte Fuji en Japón y es mejor conocido como “El Bosque de los Suicidas”. ¿La razón?, sencillo, es el lugar predilecto para aquellos que quieren acabar con sus vidas, tan sólo en el año 2010, se hallaron 247 cadáveres en la zona.
El Castillo de Montségur se ubica sobre una espectacular montaña al sur de Francia y es conocido también como “La Sinagoga de Satán”. Es uno de los vestigios del “catarismo”, un movimiento religioso gnóstico extendido durante la Baja Edad Media, uno que aseguraba que el Diablo creó el mundo material, las guerras y ¡a los católicos!