Octubre 7, 2024
Clima
14°c Máxima
14°c Mínima

De adicto a adicto

IMPULSO/ Ernesto Salayandia García

Salud mental

Política equivocada

La drogadicción, el alcoholismo y las diversas adicciones que se manifiestan en los adolescentes, tienen en jaque a la familia y a la sociedad, hoy el presente y el futuro de la juventud es incierto, recorren un camino tormentoso, secuestrados, por La Saliva del Diablo, una vida de intoxicación, de fiesta, extrema irresponsabilidad y negados por no aceptar que sus compulsivas adicciones, son una peligrosa enfermedad mental que después se torna física, emocional, espiritual, y lesiona la personalidad de los individuos.

Se llenan de miedos, complejos, ira reprimida, resentimientos y tienden al fracaso en todos los sentidos, sin duda alguna, son nacidos para perder, esta enfermedad es muy compleja y tiene diversas manifestaciones, como son la neurosis extrema, la gente que explota iracundamente por todo y por nada, otra característica es la auto destrucción, quienes se desmoronan en depresión o se cortan la piel, como lo hacen niñas en sus brazos y piernas con la navaja del sacapuntas.

También se manifiesta esta enfermedad, La Saliva del Diablo, en marihuanos que claudican sus estudios y se van a la vagancia, la pereza y el ocio, las mujercitas que desde temprana edad despiertan su sexualidad y se hacen adictas al sexo, como también a las parejas que establecen una relación tóxica, una dependencia enferma y que se origina por la salud mental, sello de distinción de innumerables familias, cuyo factor común es la negación, las adicciones nuevas, como al celular, a los aparatos electrónicos, a los video juegos, al gimnasio, al casino, son todas ellas, una expresión del daño mental que nos domina.

Un grito de angustia y de desesperación

Palpo el dolor de los adictos y de sus familiares, de ahí vengo, reflexiono respecto al gran dolor, profundo dolor que causa tener un drogadicto en casa, pienso en el costo moral para el adicto al registrar severas pérdidas en salud, en tiempo, en oportunidades y en dinero, veo, los pocos caminos que les toca vivir a los adictos, que son.

Uno, internarse en un centro de rehabilitación por tres meses, Dos, ingresar a un grupo de Alcohólicos Anónimos, o bien, de Narcóticos Anónimos o de 24 horas, Tres, ingresar al hospital por causa de algún accidente, también por sobre dosis, cirrosis o cualquier otra  razón y finalmente, Cuatro, el Panteón, en este trayecto del joven drogadicto, la familia será arrastrada, denigrada, humillada y lesionada, el adicto se convierte en un verdadero maestro y les enseñará lo que es vivir en incertidumbre, vivir con angustia, desesperación, desconfianza, miedos, el adicto mostrará los nuevos horarios y ritmo de vida en el hogar, es decir, dormitan de día y velan su preocupación de noche, tu vida, como la de cualquiera cambiará radicalmente.

Es cuestión de salud, de vida o muerte

Los jóvenes mueren, caen ante las sustancias tóxicas como moscas, destruyen su vida y la de sus familias, se convierten en parásitos y seres mediocres, víctimas de la decadencia social, familiar y de la voracidad del narcotráfico, que diariamente busca más simpatizantes, las autoridades no se han dado cuenta, lo que cuesta todo el aparato de seguridad pública, cuyos elementos, muchos de ellos, no se escapan de esta maldición.

Cuánto nos cuestan las patrullas, los sueldos y prestaciones de los policías y los soldados, las estructuras burocráticas, cuánto nos cuesta todo ese aparato corrupto y deficiente de seguridad pública que solapan las narco tiendas, los picaderos y los laboratorios clandestinos que procesan las mortales drogas, cuánto nos cuestan los aparatos de justicia, los sueldos de jueces y magistrados, de secretarios y empleados, el mantener esta nómina millonaria y que el usuario en muchos casos, se ve lesionado en su dignidad por la lentitud y la oscuridad con que se aplica la justicia. [email protected]