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El Observador

IMPULSO/ Samuel García/Arena Pública

El ‘nuevo’ Banamex

Citibanamex,  ese largo y horroroso nombre busca ser el sello público de Citigroup como propietario de Banamex.

 

Y es que durante todos estos años, para el gran público ha sido prácticamente desconocido que Banamex es, en realidad, propiedad del gigante estadounidense.

Y no tendrían porque saberlo si nunca hubo un cambio en su imagen, en su nombre, en sus sucursales y en la atención al cliente.

Banamex se mantuvo igual hacia fuera, pero también hacia adentro; por lo menos hasta hace dos años cuando era controlado por Manuel Medina Mora, el ejecutivo mexicano que más lejos ha llegado en un gran banco global. Fue co-presidente de Citigroup.

Sin embargo, en el juego de las disputas por la presidencia del gigante bancario estadounidense, el poderoso Manuel Medina Mora perdió. Fueron las recurrentes fallas en los controles del banco mexicano las que lo hundieron y el resto lo hicieron los escándalos mediáticos que resonaron fuerte en Estados Unidos (EU).

No era para menos. Banamex era la red de sucursales más grande del grupo, incluido EU, y representaba un sexto de sus ingresos globales.

Así que más allá de si sus enemigos internos desde Florida provocaron o no su caída, el hecho es que Michael Corbat -quien había asumido la presidencia ejecutiva de Citi en octubre de 2012- decidió tomar el control de su unidad de negocios más rentable y también en octubre, pero de 2014, vino a México a colocar la bandera estadounidense en el corporativo de Santa Fe.

Y si Medina Mora se quedaría –por lo pronto- como presidente del Consejo de Banamex sin ninguna injerencia en la operación del grupo; Javier Arrigunaga, el director general que Medina Mora había designado, abandonaría el banco junto a un puñado de ejecutivos del emblemático banco mexicano.

Como se dice coloquialmente, Corbat limpió la casa. Puso a Ernesto Torres Cantú al frente –un ejecutivo de Banamex con dos décadas y media en el banco- y cambió toda la plana mayor de su unidad mexicana con un fuerte control desde su oficina en Nueva York. Citigroup había dado el segundo paso con Banamex.

El primero fue el 3 de agosto de 2001 cuando concluyó la operación de compra por 12 mil 500 millones de dólares por  el entonces primer banco del país. En aquel tiempo Banamex poseía el 26% del mercado y compartía el liderazgo junto con Bancomer.

Quince años después, aquel dominio de la marca Banamex en el mercado mexicano se ha achicado notablemente. En julio pasado Banamex ocupaba la tercera posición del sistema bancario nacional medido por sus activos, con una rebanada de apenas el 13.3% del mercado. Por encima del Banco Nacional de México, estaban BBVA Bancomer, con 22.6%, y Santander, con 15.3%. Pero muy cerca del otrora gigante bancario del país se encuentra Banorte, con 12.3%, acechando al banco estrella de Corbat.

Ernesto Torres Cantú develó a los medios de información del país la nueva marca Citibanamex, buscando reposicionar al banco que nació en 1884, y que perdió un enorme trecho de terreno frente a la competencia en los últimos años.

Para Corbat y para el Consejo del Citi – en el que participa el ex presidente Ernesto Zedillo- Banamex es una joya. A pesar de todo, fuera de Estados Unidos ha sido su mejor negocio.