IMPULSO/ Miguel A. García
San mateo Atenco
Cuando comenzó a caer la lluvia, la noche de antier, Anita no imaginaba lo que le esperaba. El agua poco a poco fue metiéndose en su casa pese a que habría puesto costaleras, que en ocasiones pasadas le ayudaron a prevenir las anegaciones.
Con sus 87 años encima y una lesión en la pierna, tuvo que comenzar sacar el agua que llegó al metro de altura en su pequeña vivienda.
Como ella, cientos de vecinos de San Mateo Atenco sufrieron los estragos de la sexta inundación del año, la más brutal, de acuerdo con los afectados, pues ni las bardas que alzaron para protegerse frente a los negocios y hogares de la calle Juárez, ni las costaleras que hay en colonias como la Cuauhtémoc, fueron suficientes.
“La verdad es que no nos apoyan, hoy las autoridades municipales no se han dado ni una vuelta por acá, sólo vienen los de Protección Civil a la calle principal, pero los demás nos las tenemos que ingeniar para limpiar y rescatar loquee nos queda después de cada inundación, que cada vez es menos y hay cosas que ya no podremos recuperar porque no hay dinero que alcance con esta situación”, expuso Anita mientras con un jalador intentaba borrar los estragos de la tromba.
Comerciantes de la calle Juárez no vivieron una realidad distinta, pues aseguran que el nivel del agua rebasó el metro con 20 centímetros, y ya no hay planes preventivos que realmente sean efectivos.
“Éste ha sido uno de los peores años; inundaciones siempre hay, pero la temporada de lluvias no se termina en este año y ha sido peor”.
