IMPULSO/ Ernesto Salayandia García
Lo que tú quieres escuchar
Contradicciones respecto a la marihuana
Muchos jóvenes que están prendidos de la hierba afirman que no es una droga peligrosa, que cuando ellos quieran la dejan, que es medicinal, que no puede ser tan mala cuando en muchos países y en un buen número de estados de la Unión Americana ya está autorizado su consumo, dicen que nadie se ha muerto de sobredosis, afirman que el cigarro atrofia más el cuerpo que la conocida mota y tienen firmes y variables argumentos para justificar su consumo.
Ante su negativa e ignorancia, les pregunto: “¿Tienes hermanitos pequeños?” –Sí, ¿por qué? “¿Tienes sobrinos chiquitos?” –Sí, ¿por qué? “¿Fumarías delante de ellos marihuana? –Claro que no. “¿Por qué? –Pues porque es malo. Y entonces ¿por qué fumas? Mira, les digo, tu problema no es la droga. –¿No? El problema eres tú mismo porque te levantas después de las doce del mediodía, porque dejaste la escuela y no haces nada, ni estudias, ni trabajas, porque eres explosivo, mecha corta, no se te puede decir nada, porque de inmediato explotas, porque tienes problemas de comunicación con tu familia, porque has descuidado tu imagen, tu persona, te has abandonado a ti mismo, porque te juntas con pura gente mediocre y fracasada, sin presente ni futuro.
¿Por qué no tienes una relación de pareja estable?, sabes por qué, porque tú eres inestable, un enfermo emocional que no quiere ver su realidad y se fuga en la droga; claro que les molesta mis comentarios y lo que quieren escuchar es, como equivocadamente piensan muchos padres: “No hay de qué preocuparse, es parte de la edad, algún día van a dejar de consumir… Si, cómo no”.
Hay de todo en la viña del Señor
Tengo la fortuna de recibir llamadas telefónicas de muchas partes de América, muchos lectores me escriben a mi correo o me buscan en Facebook y tengo la paciencia de escuchar y de leer con atención cada mensaje, pero me doy cuenta de que piden ayuda, rogándole a Dios no encontrarla, ya sean madres desesperadas, esposas dolidas por infidelidad, alcoholismo, o una mala relación.
Adictos prendidos de sustancias tóxicas, maniaco depresivos y muchos lectores más, hay un caso de una joven prendida de un mundo de sustancias, llena de frustración, en depresión permanente, invadida de sus pensamientos negativos, la escucho una y otra vez, ya no le doy sugerencias, porque todo lo que le digo que la puede ayudar, me dice.
Solo la escucho y comprendo que definitivamente ella no quiere, me dice de sus grandes planes, de que ya consiguió trabajo, de que está muy entusiasmada y a los tres días me habla y me cuenta una cruda realidad, está empastillada.
Mi amigo Johnny, es otro triste caso, llevo más de 15 años tratándolo de ayudar, lo interné con el consentimiento de su familia, en dos ocasiones perdió su plaza como maestro, vive solo, prendido del Tafil y del alcohol, él tiene grandes planes para trabajar conmigo, de ayudarme con sus ideas y dinámicas para mis talleres, es muy bueno, tiene un sobrado talento, es sumamente inteligente y por lo menos cada semana, me habla, llora y me promete que la próxima semana ya se va a incorporar a mi estudio.
Por más que le digo que quiero ayudarlo, él se resiste, piensa que lo voy a internar, odia los anexos y lo invito a que venga temprano a mi estudio y se ponga las pilas, mi amigo, como la chica anterior, no quieren salir del hoyo, y de mi voz, quieren escuchar otras palabras, no las palabras crudas y reales con que me expreso.
Los tiempos son de Dios
Llegan tristes, apagados, frustrados, muchos padres que se acercan a pedir ayuda, y el perfil es exactamente el mismo.- Un consumo diario de marihuana y de otras sustancias, ya dejó la escuela, anda con puro malandro, gente rara en su manera de hablar y de vestir, él se ha abandonado a sí mismo, en muchos casos, se gesta el auto robo, comienzan a robar objetos de sus casas para sostener el nivel de intoxicación a que están acostumbrados