IMPULSO/ Eliseo Lugo Plata
Buenos días… Señor presidente municipal de Toluca
Hoy amanecí, seguramente como miles de ciudadanos que vivimos en Toluca, haciéndome una pregunta: ¿habrá una dependencia municipal a la que nos dirijamos para exigir que nos paguen las llantas ponchadas, los tapones de las llantas que se nos han perdido, los amortiguadores dañados o las suspensiones ya inservibles de nuestros autos?
Sí, señor Presidente, los baches que hay en la ciudad han causado todos estos daños que, de no poner remedio, serán la factura a cobrar en las próximas elecciones.
Usted sabe que el pueblo no se equivoca y, cuando se irrita, pasa lo que ha sucedido en Veracruz o Tamaulipas, sólo por citar un ejemplo.
Los ciudadanos que vivimos en Toluca nos preguntamos por qué pasando los límites territoriales hacia Metepec sentimos que estamos viviendo en otro mundo. ¿Por qué de aquel lado las cosas se ven tan diferentes?, y no lo digo por la presente administración, sino desde hace veinte años por lo menos.
Dicen que las comparaciones no son buenas, pero Metepec, de un pueblo rascuache, pasó a ser un Pueblo Mágico, y nuestra capital pasó de ser Toluca la Bella a una ciudad vieja, fodonga y fea.
Cada que un auto pasa por un bache, es una mentada de madre para la autoridad, y aunque sabemos que los están tapando, no pasa una semana en que ese mismo bache aparece, y todo por taparlo mal con materiales de mala calidad, no se diga los topes.
De día, quizás podamos esquivar los baches, pues para ello nos hemos vuelto expertos, pero de noche es imposible, sobre todo cuando hay lluvia; de los topes ni se diga, no se ven porque simplemente no los pintan o la pintura se ha borrado. Toluca es la ciudad de los topes y, para colmo, hay lugares en que además de semáforo hay tope.
Y en otro orden de ideas, señor Presidente municipal de Toluca, no sé si usted ha viajado últimamente por la avenida Hidalgo, sobre todo en el tramo entre Sor Juana Inés de la Cruz e Ignacio Rayón, quizás no se haya dado cuenta de que hasta Ignacio López rayón la calle de Hidalgo tiene cuatro carriles y, pasando el tramo hacia el poniente, la calle tiene sólo dos carriles, eso, señor, se llama cuello de botella y todo el día se hace un caos vial.
Y todo es por colocar una ciclovía que no sirve para nada, misma que para colocarla no hubo una consulta ciudadana. Tal vez usted, igual que los anteriores alcaldes, se asuste cuando le van a exigir los clubes de bicicletas que pongan las ciclovías, pero ellos, señor Presidente, sólo son un mínimo sector de la población, nada comparable con los miles de automovilistas que circulamos por la ciudad. Si estos señores quieren andar en bicicleta y en familia, que se vayan a los parques, o constrúyales un velódromo.
Con relación a la ciclovía que va de la “ex Cama de piedra” hasta Aquiles Serdán, los vecinos de esa zona reclaman que la quiten, pues nunca los consultaron. Mismo caso que la otra ciclovía, pues ya la gente la llama “Ciclovía 5001” porque pasa un ciclista por cada cinco mil autos.
Dice el dicho que “de la moda lo que acomoda”, pero a los toluqueños no nos friegue con la moda de las bicicletas, a nosotros no nos acomoda.
Por otro lado, señor Presidente, ¿sabe usted que, entre las dos y cuatro de la tarde, a uno de sus colaboradores se le ocurrió desincronizar los semáforos de la avenida Morelos? No sabemos qué motivos tuvo para hacerlo, pero a esa hora, que es la hora pico, se crea un caos vial enorme.
Yo no sé si usted tenga asesores o qué tan buenos sean y cuánto estén ganando, pero se ve que son muy malos. Hay cosas que se resuelven con sentido común, si usted quiere, yo me ofrezco a asesorarlo y en forma gratuita, todo por el amor a Toluca.
Muchas gracias por su amable atención.