Octubre 6, 2024
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IMPULSO/ Teodoro Rentería Arróyave

Los códigos del Hampa

Va de historia o de la canasta de los recuerdos. Cuando reporteros de la fuente de policía, que a la fecha a algunos compañeros le gusta designarse policíacos, existía un código entre los grupos delincuenciales que raramente se violaba.

Más aún, existía otro muy importante, desde luego no escrito, entre los propios delincuentes y los diferentes cuerpos policiacos.

Seguramente vamos a tener que soportar las críticas de los “moralinos” de siempre, a ellos les contestaríamos, que en esos no muy lejanos tiempos, vivíamos tranquilos, viajábamos por las carreteras sin mayor temores y los mexicanos no se mataban entre sí en forma masiva.

Cuando ocurría algún asalto que se salía de lo común, la noticia era de primera plana y algo muy importante, la continuábamos hasta que pasaba a la atención de los compañeros de la Fuentes judiciales, se cubrían los procesos hasta las sentencias y se estaba al pendiente de las apelaciones.

Recuerdo infinidad de pláticas entre los jefes policiacos y los reporteros, quienes bajo la regla de oro de no divulgar ciertas declaraciones que encajaban en el llamado top secret, se nos hacía saber que en los desfiles del 16 de septiembre y del 20 de noviembre, también en la ceremonia del Grito, la noche del 15 y las madrugada del 16 del mes patrio, además del llamado Día del Presidente, es decir el Día del Informe Presidencial, se les prohibía a los delincuentes salir a trabajar, sopena de algunos días a la sombra.

Siempre, en ello concordamos varios colegas de la época, la situación empezó a vituperarse a partir de que se suprimió el Servicio Secreto, pues convencieron al presidente, Miguel de la Madrid Hurtado, de que era un cuerpo anticonstitucional, desde luego se apoyaron en el escándalo del general Arturo Durazo. El Craso error, es no haber creado otro cuerpo no igual, sino mejor para sustituirlo.

Solo nos vamos a referir al narcotráfico y a la prostitución, son delitos que siempre han existido y seguirán existiendo, ningún país por poderoso que sea ha podido erradicarlo, lo que sí ha logrado es administrarlos, es decir, constreñirlos. El ejemplo más explícito es el de Estados Unidos, en esa nación se consume más de la mitad de los estupefacientes que se elaboran en el mundo. El negocio es de millones de millones de dólares.

En la gran potencia los vendedores de la droga son varones empresariales, no se matan entre ellos o con los policías y mucho menos con elementos militares. Ellos ponen a los consumidores, nosotros ponemos la sangre de nuestros connacionales.

Todo esto viene a colación ante la información extraoficial de que los hijos de Joaquín, “El Chapo” Guzmán, de nombres, Alejandro y Archivaldo, junto con otros 6 personas levantados por un comando en días pasados en un restaurante de Puerto Vallarta, fueron liberados, cuando todo hacía temer una verdadera guerra entre los dos carteles más peligrosos: el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.

¿Estaremos a las puertas de que los carteles vuelvan a sus antiguos códigos, mismos que respetaban a cabalidad y que les permitía trabajar sin seguir ensangrentando el territorio nacional?

Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en [email protected], [email protected] Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx 

: El ejemplo más explícito es el de Estados Unidos, en esa nación se consume más de la mitad de los estupefacientes que se elaboran en el mundo.

 

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