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Washington
El secretario general Luis Almagro ofreció el viernes gestionar que la OEA pueda monitorear una manifestación convocada por la oposición venezolana el 1 de septiembre a favor de la convocatoria este año de un referendo para revocar el mandato del presidente Nicolás Maduro.
Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del secretario general, dijo que al recibir el viernes al diputado Luis Florido y al también dirigente opositor Carlos Vecchio, Almagro expresó su disposición para gestionar el pedido de monitoreo, pese a que Caracas ha negado sistemáticamente el ingreso de misiones de la Organización de Estados Americanos, OEA, a su territorio durante los últimos años.
“La reunión acaba de terminar. Las vías hay que explorarlas, pueden ser múltiples”, dijo Koncke a periodistas.
Florido explicó que le pidieron a Almagro observación in situ y que además esperan la asistencia de invitados internacionales a los que no identificó para que “puedan constatar que el pueblo marcha pacíficamente. A algunos se les permitirá (el ingreso a Venezuela) y a otros no”.
Koncke agregó que Almagro también hizo un llamado para que las autoridades electorales venezolanas no manipulen los plazos relacionados al referendo.
“Tienen que cumplir con pasos normados y debidamente reglamentados sin aplicar criterios dispares a la hora de exigir requisitos”, agregó Koncke.
Vecchio acusó al gobierno venezolano de violar la Constitución al no haber proporcionado aún una fecha específica para celebrar el referendo pese a que fue solicitado en marzo, y aseguró que aún con los lapsos anunciados esta semana por el Consejo Nacional Electoral es posible celebrarlo en 2016.
El cronograma anunciado esta semana fija hasta fines de octubre la recolección de las firmas de 20% del electorado que se requieren para activar el referendo, lo cual abriría un proceso de casi un mes para validarlas y luego comenzaría un plazo de 90 días dentro del cual podría celebrarse la consulta.
La oposición busca celebrar el referendo antes del 10 de enero de 2017, la fecha límite para convocar a nuevas elecciones en caso de que el mandato de Maduro fuera revocado. De ocurrir posteriormente, los últimos dos años de gobierno deberán ser completados por el vicepresidente.
Almagro también se comprometió a preguntar a la cancillería venezolana por qué los consulados en Estados Unidos impiden desde 2015 a sus connacionales inscribirse en el registro electoral, alegando que hay una falla de conexión con el Consejo Nacional Electoral, dijo la activista venezolana María Brito.
Brito, tras reunirse el viernes con Almagro junto a otros activistas, dijo a AP que apenas 100.000 venezolanos están inscritos para votar en el exterior pese a que su cantidad puede alcanzar los 1,5 millones.
“Si nos imposibilitan por más de un año inscribirnos, se nos imposibilita el derecho a participar en el referendo revocatorio y en próximas elecciones”, agregó la ama de casa de 47 años residente en la capital estadounidense.
AP solicitó un comentario a la embajada venezolana, sin obtenerlo de inmediato.
Florido también calificó como “herida de muerte” la mediación entre gobierno y oposición que los ex presidentes Martín Torrijos, Leonel Fernández y José Luis Rodríguez Zapatero iniciaron en marzo para propiciar un diálogo entre el gobierno y la oposición porque no ha logrado resultados.
Los opositores acudieron a la OEA un día después de que Estados Unidos y otros 14 países pertenecientes a la organización emitieran un comunicado conjunto exhortando a la celebración de un referendo sin demora en Venezuela.
Luis Almagro invocó en mayo la Carta Democrática Interamericana al considerar que Venezuela vive alteraciones graves al orden democrático.
De no prosperar las iniciativas diplomáticas inscritas en una potencial activación de la Carta Democrática, el Consejo Permanente tendría la autoridad de convocar a un periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General, la cual podría suspender a Venezuela de la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios de los 34 estados miembros. (La Jornada)
