Octubre 6, 2024
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De adicto a adicto

IMPULSO/ Ernesto Salayandia García

Familias tóxicas

¿Quién no tiene un hogar disfuncional?

Mala comunicación, gritos, humillaciones, ofensas, violencia, apodos burlones, imitaciones, sutileza venenosa, hipocresía, desorden, impuntualidad, irresponsabilidad

, inmadurez, neurosis, aislamiento, miedos, complejos, traumas, abusos, abandonos, autoestima baja, agresión permanente, el meterse en lo que no me importa, criticar sin medida, rivalidad, guerra de vanidades, apegos, terquedad, egocentrismo, indiferencia, mentiras, infidelidad, adicciones, apatía, el postergar y no cerrar círculos.

La danza de los resentimientos, el orgullo, como también el no perdono, son tan solo algunos ingredientes de lo que es un hogar disfuncional, una casa que emocionalmente siempre anda de cabeza, un juego emocional mal llevado, viven juntos, pero están en contra, todos contra todas, no hay paciencia, ni prudencia, ni educación, se aprende y muy bien a pegar directamente en donde más duele, en un hogar disfuncional nos conocemos tan bien que sabemos perfectamente donde tirar el dardo y que haga herida, que duela y derrame sangre, hay sed de venganza, se es histórico e histérico, sin fe, extremistas, porque en un instante amas con pasión, eres capaz de dar la vida por ese ser humano, y al segundo, tan rápido, quieres hasta matar.

Los hijos de las familias tóxicas

El impresionante índice de niñas madres en edades de 13 a 16 años, proviene de un hogar disfuncional, igual que el de las madrees solteras, no es la desigualdad social, ni situación económica, ni zona residencial o habitacional, hogares en decadencia los hay en todos lados, de ahí, nacen y se hacen los drogadictos, los ingobernables, los NINIS, que no estudian, ni trabajan, ni hacen nada, ahí surgen los desertores escolares, esos jóvenes que claudican a su presente y a su futuro.

La violencia doméstica  los hace inseguros, inestables, se frustran, sus padres, les dan una escuela de cómo deberá ser su vida de pareja, de cómo será su casa, sin valores, ni códigos de ética, esos hijos, son candidatos al fracaso como pareja y como gente de triunfo en todos los sentidos, las toxinas las llevan en la sangre, en su manera de pensar, tienen un pensamiento enfermo, un pensamiento alcohólico,  no son felices y como tal, son incapaces de hacer felices a sus hijos y a sus conyugues, de aquí se generan los suicidios, las depresiones, la neurosis y todas las enfermedades emocionales y qué gran error de tatar de curarlas con medicamento controlado, alcohol y drogas, simplemente porque vas de mal en peor.

La familia está más enferma que el adicto

Por si lo anterior fuera poco, súmale la adrenalina que es tener un drogadicto en casa, me ha tocado  levantar a madres del sótano, más debajo de la lona, cuando un hijo se está matando con alcohol y drogas, mata la armonía de su hogar, destruye lo poco que hay en valores, en armonía e integridad, el hogar se torna un caos, el adicto se convierte en un maestro, enseña nuevos horarios, la mamá pierde su tranquilidad, irrumpe su sueño, se llena de angustia, de dolor y de desesperación.

Toda la noche es vivir con el Jesús en la boca, sufriendo por si le habrá pasado algo, comienza a conocer una parte de su hijo no muy agradable, se torna un tipo barbaján, corriente, vulgar, agresivo, intocable, este drogadicto en casa, convierte su hogar en un verdadero infierno, se llena de sueños de pompa y poderío, los grandes negocios, las grandes transas, no se ubica en la realidad y  es peor que un terrorista en potencia, no se sabe a ciencia cierta a qué horas va a hacer explotar una de sus bombas, es traicionero, mentiroso, inmaduro, inestable. Luego, me preguntan.- Ernesto porque mi hijo se hizo marihuano, sin ni mi esposo ni yo fumamos marihuana?- La respuesta de mí parte se encuentra en todos éstos ingredientes de lo que es un hogar disfuncional, así de simple.

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: Los miembros de las familias, muchos de ellos, están negados, no aceptan que también ellos están enfermos y a veces hasta resulta ofensivo reconocer que se es un enfermo.

 
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