IMPULSO/ Raúl Garrido
Toluca
Contrastes mexicanos en la Copa Libertadores. Mientras Pumas sigue viviendo el sueño de ser el primer equipo campeón en la justa continental, Toluca piensa más en despedirse de una manera digna de la Copa y decirle adiós a su técnico, que, a su vez, es el jugador más ganador que ha tenido la institución.
Cardozo se va, Pumas avanza a cuartos de final y el futbol mexicano sólo cuenta con un equipo entre los ocho mejores de América.
El equipo del Pedregal tenía menos complicada la vuelta de la Copa Libertadores. Si bien el Táchira venía con un gol de ventaja, lucía fácil tomando en cuenta la calidad de los Pumas, además de que jugaban de locales. En el papel, todo estaba para que Pumas avanzara de ronda; en la cancha, las cosas no serían tan fáciles, aunque al final el equipo mexicano salió avante.
Por otro lado, los Diablos Rojos del Toluca la tienen poco más que complicada, regresan a casa con cuatro goles en contra y sin haber marcado un solo tanto de visita que los ayudara un poco. De entrada, el Toluca va por cuatro goles para ir a los penales, pero si quiere avanzar de ronda sin llegar a la instancia cardiaca, habría que meter cinco tantos sin recibir gol en contra, pues un gol del Sao Paulo obligaría a los choriceros a meter seis goles, cosa un tanto imposible, conociendo la calidad del equipo brasileño.
Pumas salió a la ofensiva desde el primer minuto, pese a que se topó con Contreras bajo los tres palos. Pikolín no se quiso quedar atrás y le sacó a Mosquera un balón que iba para adentro al principio del juego; una atajada clave de un portero de Selección. Palacios pasa por un gran momento y los Pumas lo saben; pero el camino apenas comienza, Táchira fue la primera prueba de las tres restantes hasta llegar a la final de la Copa Libertadores.
El Sao Paulo es un equipo grande, los brasileños tienen experiencia en la justa continental, a diferencia de los mexiquenses que poco saben de la competencia y parecen decir adiós en la ronda de octavos de final. Pepe Cardozo, el mejor jugador en la historia del club, dirá adiós al equipo el sábado en Monterrey, pero en esta ocasión como director técnico. Pepe regresó al Toluca a las instancias finales del futbol mexicano, aunque nunca pudo llegar la final, deuda pendiente con el equipo de sus amores.
Pumas es un grande que piensa en grande, llegar a la final es el único objetivo, pero no vale que el camino esté marcado por la simpleza y los representantes de la UNAM lo saben. Memo Vázquez y sus muchachos quieren verse con los mejores en cada ronda, y si bien por ellos elegirían a los equipos históricos del continente, saben que tienen que jugar contra el que gane en la cancha, pues la historia no juega.
En la capital mexiquense, el pesimismo es una constante, eliminados de la liga local y con un pie fuera de la Copa Libertadores, ya sin entrenador y sin una planeación para el próximo torneo, las cosas no pintan bien. El ánimo de los jugadores no es el ideal, pese a que todos quieren entregar lo máximo y buscar el milagro que los haga seguir en la justa.
Hace tiempo que América necesitaba remontar tres goles ante Boca Juniors en una semifinal. Venía de perder 4-1, pero, con el valioso gol de visitante, sólo le bastaba meter tres goles para avanzar de ronda, milagro que parecía cumplirse hasta que Boca Juniors marcó en el último minuto, pasando de ronda para después vencer al Palmeiras por la vía de los penales y coronarse campeón de América en Brasil.
Difícil es, imposible no, Toluca saldrá con todo a remontar el marcador ante el Sao Paulo, un equipo grande que buscará hacer el gol que mate las aspiraciones de los Diablos Rojos. Como sea, habrá sido una gran participación por parte del equipo de José Saturnino Cardozo; mientras que los Pumas siguen pensando en grande, pues, por ahora, ya son uno de los ocho mejores equipos de América.
