Beirut. El jefe del movimiento islamista libanés Hezbollah, Hasan Nasralá, anunció que el ataque lanzado por su grupo este domingo tenía como principal objetivo una base de la inteligencia militar israelí cercana a Tel Aviv.
El “objetivo principal de la operación” era “la base de Glilot, la principal base de la inteligencia militar israelí” a “110 km de la frontera” con Líbano, declaró Nasralá en un discurso televisado.
Un portavoz del ejército israelí aseguró a Afp que esta base de la inteligencia militar que también albergaría, según medios israelíes, la sede del Mosad –los servicios de inteligencia exterior israelíes–, “no fue alcanzada”.
El jefe de Hezbollah desmintió por su parte las “afirmaciones engañosas” de Israel sobre la destrucción de lanzacohetes.
“Las declaraciones según las cuales la resistencia iba a lanzar 8 mil o 6 mil cohetes y drones y que [Israel] lo desbarató […] son afirmaciones engañosas”, declaró Nasralá, agregando que solo “unas decenas de lanzacohetes” fueron destrozados.
El líder del movimiento libanés precisó que su poderoso grupo islamista había lanzado su ataque en dos fases.
Primero, disparó “340 cohetes katiusha” contra once objetivos militares en el norte de Israel y los Altos del Golán sirio, ocupados por Israel.
Después, lanzó drones desde el sur de Líbano y también, por primera vez según él, desde el valle de Bekaa en el este de Líbano, en la frontera con Siria, que alcanzaron objetivos militares en profundidad, explicó.
Además de Glilot, Hezbollah apuntó contra la base del ejército del aire de Ein Shemer, a 70 km de la frontera, declaró.
Israel afirmó el domingo temprano que había frustrado un ataque a gran escala de Hezbollah con varios bombardeos en Líbano.
El movimiento libanés anunció por su parte que había lanzado cientos de drones y cohetes hacia Israel para vengar la muerte de uno de sus altos jefes militares, Fuad Shukr, en un bombardeo israelí cerca de Beirut el 30 de julio.
Hasan Nasralá dio a entender que este ataque había terminado.
“Si el resultado es satisfactorio y cumple los objetivos deseados, estimaremos que la operación de respuesta” al asesinato de Shukr “ha terminado”, aseveró.
Estados Unidos ayudó a rastrear el aluvión de cohetes y drones lanzados por el grupo chiíta libanés Hezbollah contra Israel, pero no participó en los ataques israelíes en Líbano ni en el derribo de proyectiles, informó un funcionario de defensa estadunidense.
“Estados Unidos no participó en los ataques preventivos de Israel anoche. Proporcionamos algún apoyo de ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento) en términos de seguimiento de los ataques entrantes del libanés Hezbollah, pero no realizamos ninguna operación cinética porque no era necesaria”, señaló el funcionario bajo condición de anonimato.
Declara Israel estado de emergencia militar por ataques en Líbano
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, declaró este domingo el estado de emergencia militar tras lanzar bombardeos en Líbano para frustrar un inminente ataque a gran escala por parte del grupo chií Hizbulá.
En un comunicado, el Ministerio de Defensa informó que Gallant activó una “situación especial en el frente interior”, lo que permite al Ejército israelí emitir instrucciones a los ciudadanos, tales como limitar reuniones y cerrar lugares públicos cuando sea necesario.
Gallant mantuvo una conversación con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, en la que confirmó que Israel había lanzado “ataques precisos” contra Líbano en respuesta a una amenaza inminente.
Durante la madrugada del domingo, el Ejército de Israel detectó preparativos de Hizbulá para disparar misiles y cohetes hacia territorio israelí, lo que provocó que la Fuerza Aérea lanzara bombardeos contra “objetivos terroristas en Líbano”.
El Jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, lidera la ofensiva y las operaciones defensivas desde la base militar de Kirya en Tel Aviv, junto con los máximos dirigentes de las fuerzas armadas.
Desde el anuncio del estado de emergencia, las sirenas antiaéreas no han dejado de sonar en la zona fronteriza entre Israel y Líbano.
El servicio de emergencias israelí, Magen David Adom, elevó su estado de alerta al nivel más alto en todo el país, aunque hasta el momento no se han reportado víctimas.
El intercambio de fuego ha resultado en la muerte de al menos 636 personas desde octubre, la mayoría en el lado libanés y entre las filas de Hizbulá.
En total, han muerto 586 personas en Líbano, incluyendo más de 124 civiles.
Mientras que en Israel han fallecido 49 personas, 23 de ellas militares y 26 civiles, incluidos 12 menores en un ataque en Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados.