Agosto 15, 2024
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Ucrania mantiene la presión después de que Rusia declarase su victoria en Bájmut

A LAS AFUERAS DE BÁJMUT, Ucrania (AP) — Mientras miraba imágenes tomadas por la cámara de un dron, el comandante de batallón ucraniano Oleg Shiryaev advirtió a sus hombres en las trincheras cercanas que las fuerzas rusas avanzaban por un campo hacia una arboleda a las afueras de la ciudad de Bájmut.

El líder del 228vo batallón de la 127ma Brigada de Defensa Territorial de Járkiv ordenó a un equipo de morteros que se preparase. Se fijó un objetivo. Un destello naranja salió con estruendo del tubo de mortero, y una explosión abrió un nuevo cráter en una colina ya marcada por los proyectiles.

“Estamos avanzando”, dijo Shiryaev después de que una imagen de dron mostrara a un combatiente ruso derribado. “Peleamos por cada árbol, cada trinchera, cada búnker”.

Las fuerzas rusas declararon la victoria en la ciudad oriental el mes pasado tras la batalla más larga y sangrienta desde que comenzó la invasión de plena escala en Ucrania hace 15 meses. Pero los defensores ucranianos como Shiryaev no se retiran. En lugar de eso, mantienen la presión y siguen luchando desde posiciones en las afueras occidentales de Bájmut.

Eso da a los comandantes en Moscú otra cosa en la que pensar antes de una esperada contraofensiva ucraniana que parece estar cobrando forma.

La viceministra ucraniana de Defensa Hanna Maliar dijo que Rusia intentaba crear una impresión de calma en torno a Bájmut, cuando en realidad el fuego de artillería continuaba con una intensidad similar al apogeo de los combates por la ciudad. La lucha, dijo, estaba pasando a una nueva fase.

“La batalla por la zona de Bájmut no se ha detenido, está en marcha, sólo que toma formas diferentes”, dijo Maliar, con su habitual ropa militar, en una entrevista desde un centro militar para medios en Kiev. Las fuerzas rusas intentan ahora sin éxito expulsar a los combatientes ucranianos de las “zonas altas dominantes” con vistas a Bájmut.

“Las mantenemos con mucha firmeza”, dijo Maliar.

Desde la perspectiva del Kremlin, la zona en torno a Bájmut es sólo una parte de los más de 1.000 kilómetros (621 millas) de línea del frente que el ejército ruso debe mantener. Esa tarea podría complicarse con la retirada de los mercenarios del contratista militar privado Wagner, que ayudó a tomar la ciudad. Serán sustituidos por soldados rusos.