Más de media entrada en
tarde soleada y calurosa

Impulso/José Moisés de la Luz
Fotos: AltoroMéxico/Sergio Hidalgo
EL FESTEJO INICIÓ con 20 minutos de retraso
para permitir que los aficionados que llegaron
justo a la hora, pudieran ocupar sus localidades.
Se entregó a la Fundación COI, un
donativo por 100 mil pesos para tratamientos
de niños con cáncer.
Brillante resultó el festival en homenaje
póstumo al ganadero José Murillo Alvirez, ya
que el encierro brindó gran juego, puso el alto
el honor de la divisa y propició el buen toreo.
A dos novillos se les premió con arrastre lento.
Los matadores triunfadores fueron “El Biafra’
por una faena plagada de torería y José
Mauricio por otra de clase; cada cual obtuvo
Novillos de la ganadería San Felipe Torres Mochas, que cumplieron en presencia;
de buen juego: primero, segundo (palmas en el arrastre), cuarto (arrastre
lento), quinto (arrastre lento) Pesos: 369, 381, 378, 388, 393 y 318 kilos.
El ganadero dio vuelta al ruedo en el cuarto toro, junto a José Mauricio.
Saludó una ovación en el tercio el banderillero Héctor García, en el tercero.
Buenos puyazos de Efrén Acosta, “El Gordo de Iztapalapa” y Erik Morales.
: “Biafra” y José Mauricio
a hombros en La Florecita
dos orejas; mientras que Israel Téllez cosechó
un apéndice, al igual que el aficionado práctico
Juan Carlos Alvirez.
Abrió el festejo Miguel Reyes “El Biafra”
frente a un novillo de buenas condiciones que
le permitió lucir en las lentas verónicas de recibo
en la boca de riego. Ese fue el preámbulo
de una faena en la que dictó una lección de lo
que es el respeto y la seriedad para el toreo.
Con despaciocidad y alegría cuajó emotivas
tandas de muletazos por ambos pitones del
astado que abrochó al primer viaje con la espada
en el que fue certero para hacer doblar
al ejemplar, pasear dos orejas, tras quince
años de no haber toreado en público.
El mejor ejemplar del encierro de San Felipe
Torres Mochas cayó en manos de Israel
Téllez que cumplió con el capote, colocó banderillas
por todo lo alto y lo cuajó con la muleta;
aunque toreó muy revolucionado, sus
buenas ejecuciones le fueron jaleadas por el
público. Concluyó al primer viaje con el acero
para recibir una oreja. El toro fue premiado
con arrastre lento.