El pasado 2 de enero, el presidente Andrés Manuel López Obrador publicó el decreto para cerrar las operaciones de carga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ‘Benito Juárez’. Sin embargo, algunos importadores y clientes de los agentes aduanales están negándose a mudar al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y están eligiendo otras opciones más viables, como el Aeropuerto de Toluca.
Una de las razones principales es la inseguridad, pero también están otros problemas como el retraso en la implementación de procedimientos, la ruta fiscal, así como la presencia única de agentes de la Guardia Nacional en la atención al usuario, en lugar de personal de la ANAM, señaló Rosaura Aguilar, gerente legal de RB Group y miembro del Colegio de Contadores Públicos de México.
En una visita a las nuevas instalaciones del AIFA para el transporte de carga, RB Group se cercioró de algunas carencias como almacenes sin terminar, falta de habilitación del área de reconocimiento de mercancías y un edificio con apenas unos cuantos funcionarios del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Además, de acuerdo con la experta en agencias aduanales, en el AIFA no había personal de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM). En su lugar, se verificó que todo el personal de atención es de la Guardia Nacional.
RB Group considera que los efectivos de la guardia “todavía no son expertos para la realización del despacho de mercancía, ni para llevar a cabo todos los procesos” necesarios en aduana, pues se trata de una “materia compleja como para delegarla únicamente a la Guardia Nacional”.
Asimismo, desde el punto de vista de la viabilidad de la mudanza, los agentes aduaneros tendrán que mudarse sin la certeza de que en el AIFA exista el mismo número de operaciones con las que contaba el AICM.
Y están erogando un gasto sin que haya todavía operaciones, con el riesgo de que, a falta de mercancía qué despachar, no haya negocio. Un agente aduanal representa a los importadores y exportadores ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), con el fin de llevar a cabo el despacho de sus mercancías y verificar la logística aduanal de las mismas.
Pero otro de los problemas preocupantes es la inseguridad en las inmediaciones del AIFA. De hecho, algunos importadores están optando por mudar sus operaciones hacia el Aeropuerto de Toluca por temas de seguridad.
En específico, el Arco Norte que conecta con el AIFA, no es seguro para los transportistas, comenta Rosaura Aguilar, por el alto índice de asaltos que se registra en carretera y esto está haciendo que ciertas empresas duden sobre la mudanza de sus operaciones hacia el nuevo aeropuerto.
Para RB Group, el proceso de mudanza cuenta con muy poco tiempo tanto para su planeación como para su implementación. Y esperan que haya una prórroga, pues a pesar de que ellos, los agentes aduanales, están listos para partir, no ven avances en la implementación de servicios e infraestructura; específicamente, es preocupante para ellos que no se defina aún la ruta fiscal necesaria para el despacho y seguimiento de las mercancías.
A pesar de esto, según Los Agentes Aduanales de la CAAAREM emitieron un comunicado en el que externan su disposición para cumplir con el decreto de cierre de operaciones de carga en el AICM Benito Juárez y aseguran que sus sistemas tecnológicos se encuentran desde hace seis meses conectados y operando en la aduana número 50 del AIFA, en coordinación con la ANAM y el SAT.
Y que, de hecho, desde la primera operación, en diciembre de 2022, hasta el 3 de febrero, habían realizado ya 82 operaciones. Pero RB Group se pregunta cómo fue posible el despacho de estas operaciones, dadas las carencias observadas.